Hace 21 años, el mejor jugador del planeta logró para el Fútbol Club Barcelona un objetivo tan triste como celebrado. Rivaldo marcó un golazo de chilena ante el Valencia sobre la bocina de un partido en el Camp Nou, certificando la clasificación del Barça de Joan Gaspart para la siguiente Champions después de un curso muy sufrido. Hoy, Jordi Alba se ha vestido del brasileño. El catalán ha empalmado y adentrado una volea de ensueño en la última jugada del encuentro de hoy para certificar el objetivo, contra el Betis, en el Benito Villamarín. Antes, Ansu Fati había marcado en su segundo balón, y después Marc Bartra ha igualado de cabeza.
El Barça se ha visto reflejado desde el primer tiempo. Era el derbi del juega bonito. El Betis de Manuel Pellegrini, acostumbrado a dominar el balón, ha empezado, eso sí, esperando. Renunció a presionar arriba, pero imposibilitó la salida del balón del Barça. El Barça no tenía medio del campo, para mérito sevillano. Y cuando los azulgranas lograban trasladar el balón al campo rival, el rival lo tenía todo bien controlado. La presencia de Ferran Torres como delantero centro ha sido una bala derrochada. Ni Memphis ni Ousmane Dembélé han encontrado nunca a un socio fiable en el centro.
El francés, de hecho, ha puesto la primera ocasión peligrosa, con un buen desbordamiento y un centro que casi termina en autogol. Y a partir de eso, los dos líderes nacionales del fútbol delicatessen se han intercambiado golpes. El primero lo recibió, sin querer, el equipo local, cuando su guardameta, Claudio Bravo, sufrió una lesión muscular. Pero eso no les ha importado nada… ¡Qué paradón ha hecho Rui Silva, nada más entrar! El suplente ha impedido a Ronald Araujo la apertura de la lata, ayudado por el larguero en segunda instancia.
Dentro del intercambio de golpes, un mago ha levantado el dedo. Sergio Canales, el rey del fútbol arte, ha hipnotizado a la defensa azulgrana, en el margen izquierdo del área. El cántabro guardó el balón hasta que detectó un hueco en la frontal del área, que Guido Rodríguez aprovechó enviando el balón al palo.
El combate de boxeo ha continuado con un Memphis revelado. El neerlandés, que acababa de brillar en el Camp Nou, también levantó el dedo y obligó a Rui Silva a volver a lucirse, con uno de esos disparos de parábola tan bonitos. Pero agua. El Barça se impacientaba mientras Xavi Hernández pedía calma a los suyos. Los catalanes terminaban muy rápido las jugadas, obviamente por las ganas de marcar gol pero probablemente también por el miedo a los contraataques del citado Canales, de Nabil Fekir y compañía.
A finales del primer tiempo, el árbitro de la contienda, Mateo Lahoz, ha hecho un gran favor. Su permisibilidad tradicional ha ido mucho más a menos. Tanto fue así, que después de que Guido Rodríguez robara legalmente el balón a Ferran Torres en una posición kamikaze, el árbitro señaló falta. Se quedaba solo Borja Iglesias, pero el jugador valenciano, listo y descarado, se lanzó al suelo. Y con él, el primer tiempo.
En la reanudación, quien ha estado en el suelo ha sido el Barça. Pero no porque se lanzó. Porque ha caído. La charla en el vestuario ha sido en vano. Han ocurrido las mismas cosas. O mejor dicho, no han pasado cosas. Sólo Dembélé ha inquietado la portería rival, aprovechando el primer error local, en una falta de entendimiento entre Guardado y Moreno. El francés ha recuperado con un Betis desdibujado, ha puesto en marcha a la Harley Davidson y ha chutado al lateral de la red.
Ansu Fati no necesita períodos de adaptación
Las cosas no funcionaban y Xavi era consciente de ello. El Barça se desangraba en los últimos metros. Por eso, el técnico ha revolucionado el encuentro. Primero, Memphis ha dejado su puesto en Aubameyang, y después Dembélé y Ferran han hecho lo propio con Adama y Ansu Fati. El niño prodigio ha vuelto a jugar por segunda vez consecutivo después de su recuperación… y sí, ha marcado. ¡En su segundo balón! Después de un aviso, no ha perdonado. Recibió un centro de Jordi Alba, en el balcón del área, y cuando los rivales llegaron a presionarle ya era demasiado tarde: Fati había colocado el balón lo más lejos posible de Rui Silva.
Instantes después, el Betis ha sacado a colación la carencia de carácter azulgrana. En un saque de falta sacado a la perfección por Fekir, Marc Bartra ha igualado el encuentro. Y lo ha hecho con un gol a lo Carles Puyol. En un saque de banda lateral, Bartra ha llegado corriendo desde su casa y ha cumplido la ley del ex con un gol que se convertía en vital para los andaluces. Y es que todavía tenían -y tienen- opciones para la Champions que viene, si bien van quintos.
Jordi Alba se viste de Rivaldo para certificar un objetivo poco ambicioso pero celebrado
El Barça, al que el empate no le perjudicaba, se ha vuelto a mirar en el espejo. Esta vez, sin embargo, por llamarse «tú puedes». El Barça ha querido demostrarse a sí mismo que, sin embargo, es un equipo grande. Y cuando el partido ya agonizaba, Jordi Alba ha encontrado el disfraz de Rivaldo. Tras su importante asistencia a Fati, a falta de treinta segundos recibió un globo de Dani Alves, empalmando una golea histórica. Celebró Alba, celebró Xavi, celebró Laporta y celebra todo el barcelonismo. Después de un curso raro, el Barça ha cumplido y volverá a competir en el torneo que le corresponde. Die Meister… Die Besten… Las grandes équipes… The Champions!
