El Bàsquet Manresa ha perdido la final de la Basketball Champions League contra el Tenerife en Bilbao (87-98) en un pabellón de Miribilla que se ha llenado de seguidores catalanes que se han quedado a las puertas de ver como su equipo se llevaba la gloria europea. El conjunto del Bages, dirigido por Pedro Martínez, ya había hecho historia por el hecho de llegar a su primera final continental, pero no ha podido rematar el trabajo y culminar la competición de la mejor manera posible. El duelo contra los canarios ha sido apasionante, un partido de baloncesto muy atractivo, donde los ataques se han impuesto a las defensas. Los catalanes han sabido aguantar la lucha de anotación con el Tenerife durante los dos primeros cuartos, pero en la segunda mitad se ha decantado la balanza de forma clara para el rival.
La crónica del Manresa-Tenerife
El inicio del partido ha marcado la dinámica de todo el duelo. El Tenerife ha encontrado cestas muy sencillas y lo Manresa ha ido a remolque desde el primer momento. El mejor jugador de la competición, Chima Moneke, ha mantenido los del Bages con vida con once puntos consecutivos en los primeros minutos. Aun así, el liderazgo de Marcelinho Huertas por parte canaria ha estado muy difícil de contestar por parte catalana. El Tenerife ha llegado al final del primer periodo con una ligera ventaja.
El segundo cuarto, pero, ha estado catalán. Sin ningún tipo de duda han sido los mejores minutos del Manresa, que si bien no ha podido mejorar la defensa para impedir cestas fáciles del rival, sí que ha estado especialmente fin en ataque. Dani Pérez ha tenido un muy buen momento de racha anotadora, mientras que la aportación de jugadores como Luke Maye o Sylvain Francisco también ha estado muy importante. Todo ello ha provocado que el Manresa llegara al descanso con un punto de ventaja al marcador, un resultado que todo el mundo habría firmado y que hacía soñar los bagencs.
El tercer cuarto decanta la final de la Basketball Champions League
Ahora bien, los sueños manresanos se han agotado de golpe con un tercer cuarto nefasto. Los catalanes han encajado hasta treinta y tres puntos del Tenerife en diez minutos y el gran acierto de los canarios, representado especialmente en la figura de Sasu Salen, ya ha estado masa para los de Pedro Martínez. A pesar de que no han bajado los brazos en ningún momento, la distancia ha crecido cada vez más y en el último periodo solo un milagro podría haber cambiado la final. El Manresa lo ha intentado y Moneke, que ha acabado el duelo con veinticuatro puntos y veintisiete de valoración, ha sido el símbolo de la resistencia. Los catalanes han ganado el último cuarto por cuatro puntos, pero no ha estado suficiente para dar la vuelta al marcador y el Tenerife ha conseguido su segunda Champions League.
La afición del Manresa hace historia con su compromiso
En cualquier caso, nadie podrá reprochar nunca al Baloncesto Manresa que ha hecho historia este fin de semana. No solo por haber llegado a su final europea, sino por la entrega de sus seguidores. A pesar de que todavía se tienen que confirmar las cifras oficiales, unos 5.000 bagencs han llenado los graderíos de Miribilla para apoyar a su equipo. Esto supone el desplazamiento más importante de la historia del deporte catalán más allá del fútbol. Ni el Barça de baloncesto, ni la Peña -que, por cierto, han ganado sus respectivos enfrentamientos a la ACB y los azulgranas han confirmado el primer lugar a la clasificación- han movilizado nunca una cantidad de gente tan grande para ver un partido de su club. Así pues, el Manresa tiene muchos motivos para estar satisfecho, más allá de la derrota clara y justa a la final de la Champions League.
