El Barça y el Real Madrid disputarán la final de la Copa de baloncesto este domingo 20 de febrero a las 18:30 horas en Granada. Estos dos equipos llegaron a este torneo como favoritos y no han dado pie a las sorpresas. Ambos conjuntos conjuntos han sido los ganadores de las últimas doce ediciones de este campeonato. Seis han sido para los azulgranas y otras seis para los blancos. Por lo tanto, durante la tarde de domingo protagonizarán el desempate en esta lucha particular. Barça y Madrid han superado sus compromisos de semifinales este sábado. Los madrileños han pasado por encima del Lenovo Tenerife al ganar por 94-74. A continuación, los catalanes han superado al UCAM Murcia por 103-90 en un duelo muy interesante.
El equipo azulgrana ha sido una auténtica apisonadora en el primer cuarto y parecía que el partido no tendría ninguna historia. El Barça ha anotado seis triples durante los diez minutos iniciales y ha hecho 32 puntos cogiendo una renta de dieciséis dígitos en el marcador. Sin embargo, el UCAM Murcia ha reaccionado al comienzo del segundo tiempo a través de un parcial de 0-8 liderado por un McFadden que ha hecho doce puntos en este cuarto. El conjunto murciano ha aprovechado la inercia positiva para acabar igualando el partido, pero los azulgranas han devuelto el golpe antes del descanso para recuperar seis puntos de renta.
El tercer cuarto ha sido una magnífica locura muy entretenida de ver. Ambos equipos han intercambiado golpes y el UCAM Murcia ha desaprovechado numerosas ocasiones de ponerse por delante al marcador errando lanzamientos que parecían imposibles de fallar. Finalmente, un triple de Tomás Bellas ha provocado que el equipo de Sito Alonso cogiera las riendas del electrónico cuando restaban tres minutos del tercer cuarto. La entrada a pista de Mirotic ha permitido que los culés volvieran a tener un punto de ventaja antes del periodo definitivo. El Barça ha sentenciado el partido solo empezar el cuarto tiempo con un parcial de 7-0. Además, la lesión de McFadden ha dejado al UCAM Murcia sin el jugador que más puntos estaba aportando. Esta brecha en el marcador ha permitido al Barça vivir unos minutos finales muy tranquilos.
