El Real Madrid ha eliminado el Manchester City de Pep Guardiola en las semifinales de la UEFA Champions League en el estadio Santiago Bernabéu. Los blancos lo tenían todo perdido en el minuto noventa, pero dos goles consecutivos de Rodrygo Goes han forzado la prórroga, donde un penalti sobre Karim Benzema ha acabado de decantar la eliminatoria a favor de los de Carlo Ancelotti. Si bien en la ida los ingleses fueron infinitamente superiores a los merengues, en la vuelta no ha habido un dominio tan manifiesto, pero, de todos modos, el City ha hecho muchos más méritos que el Madrid para pasar de ronda.
Mal partido del Madrid a pesar de la remontada histórica
Por lo tanto, y a pesar de la remontada histórica, pocos jugadores de Ancelotti han estado realmente brillantes. Más allá del oportunismo de Rodrygo o algunas buenas paradas de Thibaut Courtois, no se puede destacar casi ninguna actuación de los futbolistas merengues. Por otro lado, sí que se puede hablar de un mal partido de varios madridistas, como Benzema, que ha estado muy espeso, Vinícius Jr., que ha fallado ocasiones claras y Luka Modric y Toni Kroos, que han estado desaparecidos en el medio del campo. Además, hay un de ellos que ha quedado especialmente señalado por dos acciones del principio del duelo.
Casemiro, el gran señalado por su juego antideportivo
Carlos Henrique Casemiro, que se perdió el partido de ida por una lesión, ha podido volver en este enfrentamiento. Aun así, su aportación no ha sido especialmente determinante, puesto que en los momentos de dominio del City ha sufrido para mantener el equilibrio de su equipo y en ataque no ha tenido ninguna contribución destacada. En cambio, sí que ha quedado señalado por sus faltas, las cuales nuevamente han quedado perdonadas por los árbitros.
Solo habían pasado siete minutos de partido cuando Casemiro ha parado un contraataque del City con una entrada durísima sobre Kevin de Bruyne. Desde detrás, el centrocampista brasileño se ha lanzado contra las piernas de su rival con una tijera que no tenía ninguna intención de tocar pelota. El árbitro ha señalado la falta, pero nada más. Así pues, Casemiro, que tendría que haber jugado a partir del minuto siete con una tarjeta amarilla con los condicionantes que esto comporta, ha vuelto a quedar impune.
Lo más sorprendente, sin embargo, ha llegado en el minuto treinta y uno, cuando el centrocampista brasileño ha vuelto a interceder para parar una transición del City. Esta vez ha cometido una doble falta merecedora de tarjeta: primero, ha cogido Phil Foden por la camiseta, sin ninguna intención de jugar la pelota, y le ha hecho caer. Con esto no ha tenido bastante y, cuando su rival ya estaba en el suelo, le ha espetado un puntapié en la pierna para acabarlo de rematar. Casemiro tendría que haber sido expulsado en la media hora de partido y, en vez de esto, se ha marchado a casa sin ni una tarjeta amarilla.
A Daniele Orsato también le ha temblado la mano
Ahora bien, estas jugadas no solo dejan a Casemiro como señalado, sino que también hablan de un mal arbitraje de Daniele Orsato. Se considera que el colegiado italiano es uno de los mejores del mundo haciendo su trabajo, pero tener la poca valentía de mostrar una tarjeta al inicio del partido y no saber ver la doble amonestación que merecía el brasileño por su dura entrada sobre Foden, es algo incomprensible. Del mismo modo que pasa con tantos y tantos árbitros, parece que esté prohibido enseñar tarjetas amarillas a Casemiro al inicio de los partidos y que sea del todo impensable expulsarlo, cuando es uno de los jugadores más violentos del fútbol europeo. Ver para creer.
