Hay costumbres que no se pueden perder. Cuando el Real Madrid pierde contra el Futbol Club Barcelona, se tienen que buscar explicaciones más allá del fútbol. Después del Clásico del Camp Nou, Carlo Ancelotti ha asegurado que tenía dudas con el fuera de juego de Marco Asensio. Un fuera de juego determinado por el VAR, con líneas tiradas con precisión. Parece imposible, pero el técnico italiano del Madrid ha hecho el ridículo. Más allá de esto, los madrileños también se han quejado de una posible agresión de Gavi, completamente inexistente. Es curioso que los blancos hagan estas reclamaciones al final del partido, teniendo en cuenta que Nacho Fernández habría podido ver dos amarillas en la primera mitad. El madridismo se ha inventado la polémica arbitral más ridícula de los últimos años.
Partido vibrante con final dulce para los culés
El Barça y el Madrid han protagonizado un partido vibrante en el Camp Nou, lleno de alternativas y con ocasiones para los dos conjuntos. Los culés han dominado más, pero los contraataques de los madrileños han sido muy peligrosos. Al final, el partido podría haber caído para cualquiera de los dos lados. Parecía que seria a favor del Madrid, porque Asensio ha hecho el 1 a 2 en la recta final. Sin embargo, el VAR ha anulado el tanto por fuera de juego del balear. Unos minutos después, Franck Kessie ha firmado el 2 a 1 y ha hecho estallar de alegría el Camp Nou. Hay que recalcar que el fuera de juego ha sido determinado por el VAR, porque Ancelotti ha decidido quedar en evidencia.
Buen arbitraje, reacción infantil de Ancelotti
Carletto ha asegurado, después del encuentro, que «tenía dudas» con el fuera de juego de Marco Asensio. «Tú crees que era fuera de juego?», le ha preguntado al periodista. Una actutud indigna e impropia de un entrenador elegante y prudente como es el italiano. En cualquier caso, el Madrid ha decidido inventarse una polémica arbitral que en ningún caso ha existido. También ha habido quejas por una posible agresión de Gavi a Dani Ceballos, pero ha quedado demostrado que, como mucho, es una acción de tarjeta amarilla. De hecho, hay que destacar el partido de De Burgos Bengoetxea. Ha pitado con seguridad y acierto uno de los partidos del mundo más difíciles de dirigir.
