Martin Braithwaite ha empezado de forma fulgurante en el Real Club Deportivo Español. El delantero debutó contra el Athletic Club en la última jornada, en San Mamés, y marcó el gol de la victoria perica, sobre la bocina. Son, de hecho, los tres primeros puntos del conjunto de Diego Martínez en el campeonato liguero. Por tanto, ha aterrizado muy bien. Y lo ha hecho después de una trayectoria en el Fútbol Club Barcelona que no terminó bien. Parte de la afición le pitó al Trofeo Joan Gamper, y probablemente no haya entendido que se acabe decantando por el rival catalán de los azulgranas.
Los dos motivos que le han llevado del Barça al Espanyol
Por tanto, ahora, en una entrevista en TV3, el danés se ha explicado. Preguntado por la cuestión de cambiar de acera, ha dejado claro que «la del Espanyol era la mejor propuesta. Puedo seguir viviendo en Barcelona con mi familia y el proyecto me ha parecido muy interesante» . La decisión, pues, se sustenta, en buena medida, en la comodidad que le ha supuesto seguir viviendo en el mismo lugar que ha vivido desde principios de 2020, cuando el expresidente culé Josep Maria Bartomeu lo firmó, proveniente del Leganés y por sorpresa.
Aún en clave espanyolista, el jugador ha hecho alusión a su primer pasador de la temporada, Sergi Darder: «Es muy, muy bueno. Tiene un pase increíble. Es la primera asistencia que me hace. ¡Y no será la última, seguro!». Si bien no le ha computado en las estadísticas, ya que en la jugada de Braithwaite un rival tocó el balón, no deja de ser una buena acción del balear, que la pasada temporada ya dio nueve pases de gol.
Braithwaite y los silbidos que tuvo que oír en el Gamper
Finalmente, volviendo al Barça, Braithwaite, preguntado por los pitidos que tuvo que oír en el Trofeo Joan Gamper por parte de la afición culé, recalcó que «la gente no lo sabe todo. No puedo decir si es justo o injusto, porque la gente no sabe la realidad. Para mí, no es ningún problema. Solo sé que la gente no sabe la realidad». Se le pitó especialmente porque no accedió a rescindir su contrato, sino que esperó a que el club lo hiciera, y por tanto que le indemnizara. Sin embargo, esto no deja de ser lo habitual en cualquier trabajo.