Los aficionados del Real Club Deportivo Espanyol pueden respirar tranquilos. En los dos partidos de Liga que restan para jugarse en Cornellà El-Prat, el público podrá estar presente en dos partidos vitales para intentar conseguir la salvación. Según apunta el diario Mundo Deportivo, al menos esta temporada, el conjunto blanquiazul no será sancionado por el asalto de sus ultras mientras el Barça estaba celebrando el título de Liga después de ganar el derbi. Tal como explica el diario, el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) abrirá un expediente con todas las denuncias recibidas.
Después de haber estudiado los diferentes escenarios, el órgano sancionador tiene hasta un mes para valorar qué sanción le aplica al RCD Espanyol por la situación que se vivió al final del partido. Por lo tanto, lo más probable es que el castigo se aplique la próxima temporada y no la que todavía está en juego. Con esto, el club se enfrenta a tres posibles sanciones según la gravedad. Si se considera muy grave, el club podría recibir una multa de hasta 90.000 euros y el cierre total del estadio hasta una temporada entera. Si se considera menos grave se podría cerrar solo la parte donde se situaron los ultras que saltaron al terreno de juego. Finalmente, si solo se considera grave, podría llegar a una multa de 6.000 euros y una clausura parcial del estadio que podría ser total en caso de que se vuelva a repetir.

Habrá público en el RCD Stadium en las dos finales por la permanencia
Con este escenario, los aficionados periquitos tienen buenísimas noticias, puesto que podrán ir al campo para apoyar al equipo en dos de las cuatro finales que le quedan. El miércoles 24 de mayo ante el Atlético de Madrid y en la última jornada, el domingo 4 de junio ante el Almería, en el que podría ser un partido a vida o muerte para los dos equipos.
En paralelo, el Espanyol y LaLiga están trabajando mano a mano para identificar a todas las personas que saltaron al césped para perseguir a los jugadores azulgranas, que tuvieron que irse rápidamente del terreno de juego.