El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha aceptado la propuesta del juez instructor y considera adecuada la sanción del cierre de dos partidos del estadio del Real Club Deportiu Espanyol como castigo por la invasión de campo de sus aficionados ultra al final del derbi contra el Fútbol Club Barcelona, donde los azulgranas acontecieron campeones de Liga. Hay que recordar que los hechos ocurrieron el pasado mes de mayo y, como estos actos no quedaron reflejados en el acta del partido, la sanción no ha podido llegar hasta ahora. Además, se tiene que sumar una multa económica de 25.000 euros.
El Espanyol considera que la sanción es «injusta» y «desproporcionada»
Cuando el juez instructor presentó esta propuesta de sanción del cierre del estadio durante dos partidos, el Espanyol ya reaccionó con un comunicado muy contundente. El club considera que se trata de un castigo «injusto» y «desproporcionado». La entidad perica argumenta que la invasión de campo no fue unánime, es decir, los únicos que saltaron al césped fueron los ultras, situados en uno de los goles del campo. Además, el Espanyol también asegura que, desde el primer momento, trabajó por la seguridad en este partido de alto riesgo.

Ahora que el Comité de Competición ha ratificado la sanción propuesta por el juez instructor, el Espanyol todavía tiene margen para intentar cambiar esta decisión. En primer lugar, podrá presentar una queja al Comité de Apelación de la RFEF. Tiene diez días para hacerlo. En caso de que no sea aceptada, podrá elevar la demanda al Tribunal Administrativo del Deporte. En cualquier caso, lo más probable es que el Espanyol no se salga con la suya y su campo quede cerrado al público en las dos primeras jornadas que juegue en casa en la Segunda División. Se verán afectados los partidos contra el Racing de Santander y el Amorebieta.