Podría haber sido hoy. Se deberían haber dado muchos condicionantes, pero podría haber sido hoy el día en el que Max Verstappen alzara, por segunda vez consecutiva, el título del Campeonato del Mundo de pilotos de la Fórmula 1. Sin embargo, el piloto neerlandés no lo ha logrado. Esta vez no ha podido poner la marcha de más a la que nos tenía acostumbrados y el ganador de la carrera del Gran Premio de Singapur ha sido su compañero Checo Pérez, constantemente perseguido por Charles Leclerc, piloto de Ferrari.
Una carrera accidentada ha frenado el ritmo del Gran Premio
Cabe destacar que el circuito de Singapur es de esos estrechos y complicados. Donde sólo los mejores saben encontrar el mínimo espacio para realizar un adelanto. Además, si le añadimos que la pista estaba mojada durante un buen tramo de la carrera, todavía lo pone más complicado para ver un buen espectáculo. Hasta seis monoplazas han tenido que abandonar su carrera. Este hecho, ha provocado que el coche de seguridad saliera a frenar la competición durante varias vueltas mientras que los comisarios retiraban los esqueletos de los monoplazas que impactaban, ligeramente, contra los muros después de que hicieran aquaplaning. Es más, tanto se ha retrasado la carrera que ha tenido que terminar por tiempo y no por el cumplimiento del número de vueltas establecido por la FIA.
Alonso ha abandonado y Carlos Sainz ha subido al podio
Por su parte, Fernando Alonso ha tenido que abandonar por un problema mecánico del motor. El asturiano iba sexto y tenía opciones de progresar, ya que su rendimiento en pista estaba siendo bastante bueno. También ha abandonado a su compañero de escudería, Esteban Ocon. El francés también ha sufrido un problema con su monoplaza y el equipo de Alpine se ha quedado sin puntuar. Por último, el madrileño Carlos Sainz, ha terminado tercero, completando el podio. El piloto español fue constante en todo momento y no se dejó intimidar por sus competidores, primero había sido Hamilton y después Lando Norris.