La invasión que Rusia inició en tierras ucranianas hace unas semanas se ha saldado, hasta ahora, con diversas consecuencias. Las más graves y preocupantes son, obviamente, las cifras de víctimas mortales y de personas heridas, así como de refugiados y refugiadas que han abandonado Ucrania para mudarse a un país que no esté afectado por cuestiones bélicas. Más allá de esto, varios países e instituciones han tomado cartas en el asunto y hecho todo lo que pueden hacer o, al menos, contribuído para que el gobierno de Rusia se repiense si continuar haciendo lo que está haciendo. O que, al menos, eso tenga unas represalias. Y lo han hecho -y están haciendo- a través de sanciones. Wimbledon podría vetar a tenistas rusos y bielorrusos que no rechacen a Putin
Después de que la FIFA y la UEFA en fútbol o la Euroliga y la Euroocup en baloncesto intervinieran severamente, ahora podrían hacerlo los gobernantes de Gran Bretaña, en el contexto del torneo británico de tenis Wimbledon. Y es que el ministro de deportes del estado, Nigel Huddleston, medita vetar la participación en el mismo de tenistas rusos y bielorrusos que no se opongan a Vladímir Putin, presidente de Rusia y principal protagonista de la invasión en cuestión.
Huddleston ha afirmado, exactamente, que «en deportes individuales esto es complejo, pero absolutamente nadie bajo la bandera de Rusia debería poder competir. Muchos jugadores tienen varias nacionalidades y seguro que están dispuestos a competir con alguna de estas o bajo una bandera neutral, pero debemos ir más allá. Necesitamos asegurarnos de que no apoyan a Putin, y estamos considerando qué requisitos podemos necesitar para obtener garantías en este sentido».
El número uno del ranking ATP, Daniïl Medvédev, podría quedarse fuera del torneo
Esto pone entre la espada y la pared a los tenistas rusos Daniíl Medvedev, actual número uno del ranking ATP, y Andrey Rublev, Aslan Karatsev o Karén Jachánov, que se encuentran entre los treinta primeros del mismo. Les presenta un dilema. Lo lógico sería que rechazaran lo que el gobierno de su país está haciendo. De hecho, es lo que hizo Rublev, con un gesto después de un partido.
Sin embargo, hay que recordar que Rusia no presume precisamente por tener una ley de libertad de expresión. Entonces, pronunciarse públicamente en contra de Putin no es tan fácil como parece. Por tanto, la participación de Medvedev y compañía en el torneo de Wimbledon es, a estas alturas, una incógnita.
