Se han confirmado los peores presagios. Míchel, entrenador del Girona Fútbol Club, ha sido sancionado con dos partidos. Así lo ha dictaminado el Comité de Competición, una vez estudiado su caso, después de lo ocurrido el último fin de semana. Así las cosas, el madrileño no podrá sentarse en el banquillo cuando se reanude la competición tras el parón de selecciones. Ni contra la Real Sociedad en Montilivi, ni contra el Atlético de Madrid, fuera de casa.
La sanción ha sido la consecuencia de lo ocurrido en la última jornada. El conjunto catalán visitaba el Betis, en el Benito Villamarín. Después de que se adelantara con un gol de Arnau Martínez, los locales se vieron beneficiados por el árbitro, ya que éste les concedió un penalti excesivamente riguroso. El delantero de los sevillanos, Borja Iglesias, materializó la pena máxima. Y antes de que en la segunda mitad un error de Samu Sáiz provocara la remontada verdiblanca, se dio el momento de la expulsión de Míchel.
Aún en la primera mitad, después de que el árbitro detuviera por un fuera de juego inexistente un ataque gerundense, el entrenador, tal y como recogió el colegiado en su acta, se dirigió al cuarto árbitro y le preguntó, con buen criterio, si «este fuera de juego no debe aguantarlo». Y es que desde la instauración del VAR, los jueces aguantan que acaben las jugadas para señalar a los fueras de juego y por no cometer posibles errores. A continuación, y siempre según el árbitro, el técnico le acabó diciendo «¿qué pasa, que va vestidos de verde?», con una «clara actitud de mofa» , y haciendo referencia a la equipación del Betis.
La buena trayectoria del Girona en la Liga hasta ahora
Eso sí, pese a la sanción, el Girona tiene una última bala. Según el diario As, el conjunto rojiblanco interpondrá un recurso en el Comité de Apelación. Si tampoco prospera, Salvador Fúnez volverá a ser, durante dos enfrentamientos, el máximo responsable del equipo en el césped.
El de la Real Sociedad y el del Atlético serán los dos exámenes más exigentes de lo que va de temporada para un Girona que lo está haciendo muy bien en su regreso a Primera. De los seis partidos de Liga disputados, ha ganado dos, ha empatado uno y ha perdido tres. Esto significa que ha sumado siete puntos y que ocupa una meritoria undécima posición, con la misma diferencia respecto a las plazas de descenso que las plazas europeas (tres puntos).