Nueva polémica en torno al Paris Saint-Germain. El club dirigido por Nasser Al- Khelaifi, acostumbrado a vivir entre tsunamis, está afrontando un conflicto como consecuencia de su política de viajes. Últimamente, el equipo entrenado por Christophe Galtier viajó en avión a la ciudad de Nantes, para disputar un partido de la Ligue 1 contra el equipo homónimo. Y esto fue fruto de críticas. Entre ellas, la de la ministra de Deportes del país vecino. El motivo: el hecho de que el club utilice esta modalidad de transporte entre dos ciudades que no están muy distanciadas.
Primero, quien lamentó la acción fue Alain Krakovitch, director de la división de larga distancia de la compañía ferroviaria SNCF. En su cuenta de Twitter, Krakovitch compartió un vídeo del desplazamiento de los jugadores en avión, recalcando que «París y Nantes están a menos de dos horas en tren. Renovamos nuestra propuesta de oferta adaptada a sus necesidades específicas, para nuestros intereses comunes: seguridad, velocidad, servicios y eco movilidad».
La ministra de Deportes francesa y el ejemplo del Betis
Esto generó que la mencionada ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, interviniera, apoyando a Krakovitch e incluso poniendo el Betis como ejemplo. En declaraciones a la emisora France Info, Oudéa-Castéra valoró el convenio que tiene el club andaluz con RENFE, con el que los de Manuel Pellegrini han obtenido tarifas preferentes por sus integrantes precisamente en desplazamientos para jugar partidos como visitantes. alentando a realizar cambios para reducir la huella de carbono en la actividad deportiva.
La burla de Christophe Galtier
Y ahora, en una rueda de prensa, el propio Galtier ha sido cuestionado al respecto. En primera instancia, el francés reconoció que «sospechaba que nos harían esta pregunta». Y después, ha hecho ironía: «Para ser sincero, hemos hablado con la empresa que organiza nuestros viajes. Estamos en proceso de ver si podemos viajar en char à voile «.
Esto, que en francés significa textualmente carro a vela, es un vehículo que se utiliza en las playas. Tiene una gran tradición especialmente en Francia. Obviamente es una broma, y una manera de ridiculizar el debate de los desplazamientos, ya que es un vehículo similar a la mesa de windsurf, si bien por una superficie dura. Todo ello ha generado la risa de su acompañante en la sala de prensa, el jugador Kylian Mbappé, y varias críticas a las redes sociales.
