Hace apenas medio año que Leo Messi ha dejado el club y la ciudad de su vida, Barcelona, para emprender una nueva aventura en Francia y convertirse en nuevo futbolista de París Saint-Germain (PSG). Ya han pasado seis meses desde su traumático adiós del Barça y, a pesar de que en algunas ocasiones parece que hay buenos momentos, no se ha acabado de adaptar de la forma adecuada a París. No rinde al mismo nivel que ofrecía en el Camp Nou, se lesiona mucho más de la cuenta y la prensa empieza a perder la paciencia con él, hasta el extremo que han llegado a asegurar que «es la sombra del jugador que era en el Barça».
De vez en cuando, aparecen informaciones que dejan entrever que los propietarios qatarians del PSG no acaban de estar satisfechos con su fichaje. Ahora, anecdóticamente, su hijo pequeño, Ciro Messi, de solo tres años, ha tenido un gesto que tampoco habría gustado a los jeques. En una fotografía que ha compartido en Instagram Antonela Roccuzzo, mujer del mejor futbolista del mundo, se la puede ver a ella con sus tres hijos a punto de jugar un partido de tenis. Los dos mayores visten la camiseta del PSG, pero el pequeño lleva la equipación de la selección argentina. Algunos medios de comunicación aseguran que el niño no quiere ponerse la del actual club de su padre, porque todavía no ha aceptado el cambio de equipo.
De hecho, Ciro Messi, que es un niño muy expresivo, ya fue el simpático protagonista de la llegada de su padre a París. Desconcertado por la gran cantidad de personas que fueron a recibir la familia al aeropuerto, el hijo pequeño del argentino se puso las manos en las orejas para aislarse del ruido. El mismo Leo Messi ha afirmado que, enseguida que pueda, volverá a Barcelona para vincularse al club de su vida de la manera que le sea posible. Así pues, queda claro que la familia Messi no ha encontrado a París su lugar ideal y que echa de menos Cataluña.
