El partido de cuartos de final entre Inglaterra y Francia estuvo a la altura de lo que se espera de un partido de esta talla en un Mundial de fútbol. Los ingleses merecieron mucho más, pero la mala suerte que los persigue en las Copas del Mundo volvió a aparecer y Harry Kane falló el penalti que, muy probablemente, habría forzado la prórroga. Kylian Mbappé, la estrella de los bleus, no cuajó su mejor partido, pero los goles de Aurélien Tchouaméni y Olivier Giroud permitieron que los franceses accedieran a semifinales. Mbappé fue protagonista después del partido, por unas imágenes que circulaban donde se le veía celebrando desmesuradamente el penalti fallado por parte de Kane. La decepción de los pross fue total, porque una vez más se quedaron a las puertas de llegar lejos en el Mundial.
Kane envía a las nubes y Mbappé lo celebra con euforia
Era el minuto 83, cuando la sala VAR avisó al colegiado brasileño Walter Sampaio que Theo Hernández había cometido penalti sobre Mason Mount. El árbitro lo señaló y el capitán de Inglaterra, Harry Kane, tenía la oportunidad de igualar el partido desde los once metros, como ya había hecho unos minutos antes. Esta vez, pero, el delantero del Tottenham envió la pelota a las nubes, diluyendo las opciones de los ingleses de acceder a las semifinales. En el centro del campo estaba un inmóvil Mbappé quien, de rodillas, miraba con rostro serio la ejecución del penalti de los pross. Cuando Kane chutó a la grada, la reacción del delantero del PSG fue totalmente eufórica, riendo y celebrando con los brazos levantados. Las imágenes son sorprendentes e incluso se le acusa de haber faltado al respecto a un compañero de profesión.
En el Mundial, los nervios están a flor de piel
La acción de Mbappé no es la única que ha generado polémica en este Mundial. Una vez acabada la tanda de penaltis entre Países Bajos y Argentina, los jugadores de la albiceleste celebraron en la cara de los neerlandeses la clasificación a las semifinales. En una foto que ya ha dado la vuelta al mundo, se ve como todos los futbolistas argentinos miran a los oranje, solo Messi tiene la mirada fijada delante, con el objetivo de reunirse con el héroe del momento, el ‘Dibu’ Martínez. En todo caso, es una acción y un momento muy diferentes del de Mbappé, porque en el caso de los argentinos su actitud creó un rifirrafe dentro del terreno de juego, mientras la del jugador francés no se vio hasta después del encuentro. Las emociones, en una Copa del Mundo, son difíciles de controlar.
