Nuevamente, el Mundial catarí ha vuelto a servir para poner de manifiesto problemáticas sociales muy graves. Los derechos del colectivo LGTBIQ+ al país arábigo -y en todo el mundo de retruque- han sido uno de los temas más controvertidos de esta Copa del Mundo. Varias selecciones y federaciones tenían la intención de denunciarlo con el brazalete
En primera instancia, después de que los capitanes que pretendían hacer esta campaña acabaran cediendo, se ha anunciado, en la previa de la Alemania-Japón, que el capitán alemán, el portero Manuel Neuer, desafiaría esto y luciría el brazalete, haciéndose cargo de la sanción deportiva de la tarjeta amarilla y también de la económica, que hubiera sido una multa. Aun así, finalmente la FIFA ha acabado prohibiendo el brazalete y Neuer no lo ha podido llevar.

A consecuencia de esto, en los minutos antes de que empezara el choque contra los nipones, y en la tradicional fotografía que se hacen los equipos, los componentes del once inicial de la Mannschaft han hecho una gran reivindicación, llevándose cada cual su propia mano en la boca, evidenciando la metáfora que la FIFA silencia toda protesta y reivindicación. Eso sí, fuera del césped, la ministra alemana Nancy Faeser, que se ha sentado junto al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, durante el partido, sí que ha lluit lo ya mítico brazalete.
Alemania, pues, ha sacado a colación las vergüenzas cataríes, país con tolerancia cero hacia el colectivo LGTBIQ+, y de la FIFA, que es cómplice de esta cuestión a pesar del discurso hipócrita que hizo el mencionado Infantino, diciendo que se sentía gay. Y hay que destacar que a pesar de la prohibición, Stefan Simon, portavoz de la federación de fútbol alemana, ha declarado, en el diario Bild, que «queremos aclarar si su procedimiento es realmente legítimo». De hecho, han trasladado la prohibición al TAS, y esperan que se pueda lucir el brazalete en el siguiente partido, contra España.
El discurso de la selección alemana en las redes sociales
Además de la acción de los jugadores de la selección cuatro veces campeona del mundo, también ha habido un mensaje por parte de los canales de comunicación oficiales del combinado. Con un mensaje en sus redes sociales, han expresado que «con nuestro brazalete de capitán hemos querido ser un ejemplo de los valores que vivimos a la selección: la diversidad y el respeto mutuo».
«No se trata de un mensaje político: los derechos humanos no son negociables. Esto no hay que decirlo. Pero desgraciadamente todavía no lo es. Por eso, este mensaje es tan importante para nosotros. Prohibirnos el brazalete es como prohibirnos la boca. Nuestra postura se mantiene», han concluido.