La Supercopa que arranca hoy se erige como punto de inflexión para el Fútbol Club Barcelona. El equipo lleva muchos años recorriendo un desierto que le ha generado más heridas que alegrías. A pocos kilómetros, sin embargo, su particular Moisés, el entrenador Xavi Hernández, vislumbra una nueva tierra fértil. Después de haber saboreado las mieles del oasis de la consecución de la Copa del Rey de la pasada temporada, ahora los futbolistas del Barça podrían sentar definitivamente las bases de un nuevo pueblo. Xavi se toma la cita en Oriente Medio como el momento para obrar el punto de inflexión y el ganador definitivo y abrir un nuevo ciclo.
Así lo aseguró ayer en rueda de prensa. Para Xavi, la de hoy es una «oportunidad tremenda». Probablemente, no hay nadie más experto en puntos de inflexión y en oportunidades tremendas en Can Barça que uno de los hombres que más altibajos ha vivido como futbolista del club. Xavi ha jugado en el Barça de Guardiola y del primer Laporta, pero también en el de Louis Van Gaal y Joan Gaspart . Sabe de lo que habla. Conoce la historia de su club y es consciente del poder terapéutico o reivindicativo que ha tenido la Supercopa en diversas ocasiones.
En la trigésimo octava edición del torneo, los soldados de Xavi lucharán por transformar el fútbol ficción en fútbol realidad. Al dotar de sentido y llevar a la práctica el «que se preparen, porque hemos vuelto» que pronunció el presidente, Joan Laporta, durante la presentación de Ferran Torres. Ésta es la primera oportunidad que tiene Xavi para hacer lo que ya ha hecho el equipo de su corazón en otras muchas ocasiones. ¿Qué otros superpuntos de inflexión positivos ha experimentado el club barcelonés en el pasado?
Históricos aplausos athleticzales
En 1983, el Barça sentenció su primera Supercopa en la ida de la competición y en un San Mamés temible. Entrenados por César Menotti, los Lobo Carrasco, Alexanco, Migueli y compañía, y sin el lesionado Diego Armando Maradona, ganaron al Athletic Club por 1-3 con un gran fútbol y se ganaron los corazones de una afición vasca que les despedió con aplausos. A la vuelta, una derrota por 0-1 en el Camp Nou fue suficiente para levantar el trofeo.
Aquella victoria ante un Athletic imponente fue el “que se preparen, porque hemos vuelto” de entonces. Aquel Barça, como el actual, venía de ganar sólo una Copa del Rey en dos temporadas. Pero al mismo tiempo estaba construyendo un proyecto ilusionante con Maradona, Bernd Schuster o Gary Lineker. Un proyecto que, pese a no acabar cumpliendo con las expectativas, ganó la primera Liga en once años y culminó con la primera final de la Copa de Europa de la historia del club (1986).
Superdebut de Ronaldo
Después de la etapa gloriosa del Dream Team (1988-1996) y de ganar tres Supercopas con el signo de trámite, el Barça volvió a seducir a su afición con el fichaje de Ronaldo. El brasileño, que ya era campeón del mundo, irrumpió al club como solo lo hacen los escogidos. Marcó un doblete en la goleada del Barça por 5-2 a un Atlético de Madrid que venía de ganar Liga y Copa. También brindó a Iván de la Peña una asistencia deliciosa, habiendo roto la cintura del colchonero Geli con una elástica. Giovanni Silva y Juan Antonio Pizzi completaron la fiesta goleadora.
Aquella ida de Supercopa puso fin a dos años magros y abrió un muy buen ciclo en el que, entrenados por Bobby Robson, futbolistas como Luis Enrique, Figo y los anteriormente campeones de Europa Stoichkov o Guardiola ganaron dos ligas consecutivas y una Copa del Rey, y alcanzaron unas semifinales de la Champions seis años después. A la vuelta de aquella Supercopa, los colchoneros metieron el miedo en los cuerpos de los azulgranas. Pero finalmente el 3-1 no les bastó para remontar.
Cuando Ronaldinho y compañía se lo acabaron de creer
En el verano del 2005, el Barça ganó ante el Betis la primera Supercopa de la era moderna. En el primer asalto, el equipo liderado ya por Ronaldinho se exhibió en Sevilla. Goleó por 0-3, con goles de Samuel Eto’o, Ludovic Giuly y el propio mago brasileño, y ganó el primer título de una de las mejores temporadas de la historia del club: la de la Champions en París. El Barça venía de ganar la Liga en la segunda temporada entera de Joan Laporta, y reafirmó su superioridad con esa nueva Supercopa. A la vuelta, los de Frank Rijkaard cerraron el envite en el Camp Nou con una derrota por 1-2.
Messi, por si quedaba alguna duda
En una etapa en la que el Barça parecía invencible y en ocasiones lo era, el Sevilla le sorprendió en la ida de la Supercopa de 2010 ganando por 3-1. Eso sí, el de Pep Guardiola era un equipo de circunstancias, con todos los campeones del mundo con España todavía de vacaciones. A su regreso, pues, tocaba remontar. Y, por si aún quedaba alguna duda, Messi se encargó de ello en el inicio de su tercera temporada como mejor futbolista del planeta. Con un hat-trick, culminó la primera exhibición del curso de un Barça que acabaría sellando otra temporada histórica con la Champions en Wembley.
¿Turno para el Barça de Xavi?
Tras la brillante Supercopa de 2010, el Barça acabó ganando cuatro más. Sin embargo, ninguna de ellas con el peso balsámico de las mencionadas anteriormente. Ni con el que podría suponer volver a ganar la que empieza hoy. La historia del Barça está llena de altibajos. Y ahora, tras una larga caída libre, Xavi Hernández confía en levantar a su equipo y rubricar un nuevo superpunto de inflexión. En las últimas jornadas de Liga el Barça ha demostrado que quiere volver a ser un grande. Pero todavía no lo ha hecho. La semifinal de Supercopa ante un Real Madrid sólido, pues, es la primera gran oportunidad para volver a escribir un nuevo capítulo dorado en la historia del club.
