La trama protagonizada por los mensajes que se han intercambiado el jugador del Barça Gerard Piqué y el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, parece no haber llegado a su final. El diario El Confidencial ha destapado algunas conversaciones entre ambas personalidades durante los últimos días donde hablaban hace dos años de modificar el formato de la Supercopa de España, algo que se acabó haciendo, y del reparto del dinero generado con este torneo. Además, este mismo medio también ha desvelado unos mensajes de Piqué donde pide al máximo mandatario de la Federación Española de Fútbol que sitúe al Andorra, club que preside el defensa, en un grupo fácil de Segunda B. Además, el futbolista culé también preguntó por la posibilidad de ser incluido a la lista de la selección española por los Juegos Olímpicos de Tokyo.
El Confidencial ha vuelto a la carga este viernes y ha revelado que Gerard Piqué compartió con Luis Rubiales un mensaje que Sergio Ramos había enviado al futbolista del Barça criticando al presidente de la RFEF. En esta conversación a través de WhatsApp, el defensa catalán dice lo siguiente: «Rubi, este es un mensaje que me ha enviado Ramos. Quédatelo para ti. Por favor, que sea confidencial».
El caso es que Piqué pidió ayuda a Sergio Ramos para forzar la marcha del presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles, David Aganzo. Este último no tendría una buena relación con Rubiales según varios medios. Por este motivo, el presidente de la RFEF estaba muy interesado en los movimientos que hacía Piqué para conseguir desbancar a Aganzo. Ramos no quiso participar en esta batalla y el futbolista del Barça se lo hizo saber a Rubiales.
El contenido del mensaje de Sergio Ramos
Además, en el mensaje que Piqué trasladó de escondidas a Rubiales, Sergio Ramos acusó al máximo mandatario de la Federación Española de Fútbol de querer tener poder donde no le toca. El exfutbolista del Madrid expresaba lo siguiente: «Yo sé qué relación han tenido Rubi y Aganzo . Eran íntimos y, cuando se presentó a la presidencia de la RFEF, colocó al otro (Aganzo) en la AFE. Cuando los dos se vieron con un cargo, quisieron mandar a su manera. Rubiales tenía tres o cuatro personas en la AFE que le explicaban todo lo que pasaba y Aganzo los echó. A partir de aquel momento, empezó la guerra porque Rubi quiere mandar en la Federación y en la AFE«.