El Fútbol Club Barcelona es más que un club por varios motivos. Por ser una referencia en secciones deportivas (no hay ningún equipo en el mundo con tantas como los azulgranas), por ser el primer club en ganar un triplete en la categoría masculina y femenina de fútbol, por llevar el logo de la ONG Unicef, desde hace muchas temporadas, en la camiseta; por ser uno de los pocos equipos en Europa que pertenece a sus socios, por su modelo de juego único o por reivindicar la libertad del colectivo LGTBI en varias ocasiones. Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, el Barça ha reivindicado, nuevamente, el lema en cuestión.
El club presidido por Joan Laporta se ha adherido a la jornada feminista del 8M. Lo ha hecho con una campaña imponente y espectacular. Hoy, ha compartido en las redes sociales imágenes de los tres lugares neurálgicos del club: el Camp Nou, el Estadio Johan Cruyff y el Palau Blaugrana. En cada uno de los tres espacios, hay una cinta pegada en medio del campo. Sumando el círculo y la raya central, esto simboliza el tradicional símbolo de la mujer.
Luego, el club también ha compartido un vídeo donde se muestra (o se hace ver) que los autores de esto han sido los futbolistas Pedri González y Alexia Putellas , y el baloncestista Álex Abrines.
Pero aquí no se ha detenido la campaña. El Barça, acostumbrado a trascender más allá de las redes sociales, y su junta directiva, acostumbrada a colgar pancartas faraónicas en la calle, han colgado una de la imagen citada del Camp Nou y otra de la del Estadio Johan Cruyff. Además, todas las acciones han ido acompañadas del lema «La línea que no divide, nos une», del hashtag «Más que empoderamiento» y el texto «Todas unidas hacemos fuerza».
Es, sin duda, un pequeño paso para el Barça y un gran paso para el feminismo en Catalunya. Es importante que una de las grandes instituciones del país, si no la mayor, muestre su compromiso con la lucha en cuestión. Y así es. Cabe recordar que el deporte, y especialmente el fútbol, todavía es un ámbito desgraciadamente en el que el machismo y la poca visibilización de la mujer abundan. Por suerte, esto está cambiando. A finales de mes, el Barça femenino jugará, por primera vez, en un Camp Nou lleno hasta los topes, sin medidas restrictivas para la Covid-19, el partido de vuelta de cuartos de final de la Champions contra el Real Madrid. Pero siempre se puede ir a más.
