El Fútbol Club Barcelona se encuentra a las puertas de un partido a vida o muerte cuando solo han pasado dos meses desde el inicio de la temporada 2022-2023. Los azulgranas se enfrentarán este miércoles al Inter de Milán en el Camp Nou en la cuarta jornada de la fase de grupos de la UEFA Champions League con la obligación de sumar los tres puntos si no quieren volver a la Europa League. La posibilidad de los culés de acceder a los octavos de final de la Liga de Campeones implica ganar al Inter. Un empate o una derrota les dejaría eliminados de forma virtual de la máxima competición europea.
El Inter podría jugar con solo dos jugadores ofensivos contra el Barça
Del mismo modo que para el Barça una victoria es imprescindible para continuar vivo en la Champions, un empate o un triunfo dejaría prácticamente sentenciada la clasificación del Inter para los octavos de final. Así pues, el conjunto italiano dirigido por Simone Inzaghi también prepara su estrategia para lograr sus objetivos. El medio Tuttomercato ha revelado durante las últimas horas que esta podría implicar un sistema extremadamente defensivo. Concretamente, el técnico italiano podría apostar por una alineación formada por ocho jugadores destinados a mantener la portería a cero y solo dos futbolistas ofensivos.
El inicio de temporada de la Inter ha sido muy complicado. El conjunto milanés es el séptimo clasificado de la Serie A y se encuentra muy lejos del líder, el Nápoles. Concretamente, está a ocho puntos del conjunto del sur de Italia. Por lo tanto, pasar a los octavos de final de la Champions supondría una gran inyección de moral para el equipo italiano, del mismo modo que podría salvar el cargo de Inzaghi, como mínimo de forma momentánea. Es por eso que el Inter hará todo lo que pueda para rascar un buen resultado contra el Barça este miércoles.
Malos recuerdos del 2010
Hay que recordar que el Barça ya probó de esta misma medicina, el famoso catenaccio italiano, por parte del Inter en la temporada 2009-2010. Fue en las semifinales de la Champions, cuando el equipo entonces entrenado por José Mourinho visitó el Camp Nou con una ventaja de dos goles a favor, que obligaba a los azulgranas a marcar dos en casa. La estrategia del técnico portugués consistió en cerrar todo el equipo en el área y poner el autobús para impedir el gol culé. Esto desquició al Barça, que solo pudo marcar un gol y se quedó a las puertas de la final.