Alejandro Balde es un pedazo de futbolista. Su nivel no deja de sorprender semana tras semana, puesto que no deja de sumar partidos en Primera con solo 19 años, y en un equipo que tiene Jordi Alba como alternativa. Este miércoles, contra el Betis, se ha doctorado. Ha sido designado por la competición el MVP del match, y de forma totalmente merecida. El barcelonés ha sido una constante amenaza para los verdiblancos, y ha dejado su impronta en el marcador.
No ha marcado ningún gol, pero su acción ha sido un equivalente. En el gol que ha servido para abrir la lata, la firma podría llevar su nombre. Después de una acción inteligente de Frenkie de Jong, al ejecutar un servicio de falta rápidamente para pillar desprevenida la defensa rival, el lateral ha hecho una jugada estratosférica. Ha salvado a su marcador, y ha puesto una asistencia al segundo palo muy meritoria. Lo suficientemente diagonal, pero sin pasarse, para que no llegara Rui Silva.
Al final, Raphinha ha empujado la pelota para adentro de la portería, y el Barça ha empezado lo que solo el Atlético de Madrid había conseguido hasta la fecha en este campeonato de Liga: ganar en el Benito Villamarín. Al final, el buen gol de Robert Lewandowski, con asistencia esta vez de Ronald Araujo, ha amarrado la victoria, con la emoción final que ha puesto el gol en propia portería de Jules Kounde.

El partidazo de Balde en el Benito Villamarín, más allá de la asistencia
El partido de Balde, no obstante, no se puede reducir solo a esta gran asistencia, su cuarta en la temporada (ya hizo una contra la Real Sociedad, y un
La parte ofensiva se la ha reservado Balde. Como se ha dicho, el jugador ha sido una constante amenaza. Además de la buena acción en el gol, ha abierto el campo con buenos desmarques, y ha generado agujeros con buenos regates. Uno de estos ha estado a punto de significar otro gol, pero el portero ha parado el chut de Pedri González.
Sus compañeros han encontrado en él un hombre fiable con quién poder contar. Cada vez es más titular, y Alba cada vez está más destinado al banquillo. Con 19 años, Balde ya ha disputado un Mundial, ya ha disputado partidos importantes de la UEFA Champions League y, en definitiva, ya es titular en el Barça. Y lo mejor de todo es que no se sabe dónde está su techo.