Josep Maria Bartomeu ha visto esta tarde un resumen de la presentación que hizo Joan Laporta en el Auditori 1899 del Camp Nou de los resultados del informe Forensic. Y, según explican a EFE sus fuentes cercanas, el expresidente del Fútbol Club Barcelona ha quedado aún más tranquilo que antes de haberlos conocido, en tanto que «no aportan nada nuevo».
Según las mismas fuentes, el máximo dirigente del club entre 2014 y 2020 piensa que no se han aportado suficientes detalles como para sustentar que se produjo la administración desleal que ha mencionado hoy Joan Laporta. Según el informe, encargado por la actual junta directiva a la agencia Kroll, la de Bartomeu podría haber cometido el citado y también los delitos de alteración contable y simulación contractual. Y, en conjunto, habrían generado un perjuicio económico de más de 30 millones de euros al club. Bartomeu, que reitera en su entorno que ni él ni ningún miembro de su equipo ha metido la mano en la caja, todavía no se ha reunido con sus abogados para decidir qué estrategia van a seguir en los tribunales.
Hoy, durante la rueda de prensa, Laporta ha recordado que “nosotros no estamos señalando a nadie”. Se ha puesto a disposición de la Fiscalía y ha insistido en que «la justicia será quien determinará quién es el culpable». En este sentido, el presidente azulgrana no se ha querido mojar en la intencionalidad de la junta anterior, sino que lo ha dejado todo en manos del juez.
Eso sí, ha dicho que «había un modus operandi recorriendo que evitaba los controles internos y estatutarios». Con mucha prudencia, también ha reconocido que «el Forensic no descarta que la junta de Bartomeu se haya enriquecido injustamente», y ha clamado que «los autores tendrán que dar explicaciones».
Josep Maria Bartomeu fue el presidente de la entidad después de que Sandro Rosell dimitiera en enero de 2014 a causa de sus problemas judiciales. Lideró a la entidad en funciones, hasta que avanzó un año las elecciones. Celebradas en el verano del año 2015, las ganó con mayoría absoluta. Desde entonces, presidió el club, con muchas luces y sombras, hasta que en octubre de 2020, después de la deshecha por 2-8 del primer equipo masculino de fútbol contra el Bayern de Múnich, y debido a la voluntad de un importante sector de la afición de llevar a cabo la primera moción de censura de la historia, dimitió.
