La junta directiva de Joan Laporta está de celebración… ¡y es que hoy ha completado el primer año de mandato! Han pasado 365 días desde que la candidatura con el lema Estimem el Barça (Queremos al Barça) ganó las elecciones del Fútbol Club Barcelona, imponiéndose a las candidaturas del empresario Víctor Font y del exdirectivo azulgrana Toni Freixa. En una jornada histórica, marcada por la pandemia de la Covid-19 y en la que acudieron a votar en el Camp Nou jugadores como Leo Messi, acompañado de su hijo Thiago; Laporta y compañía consiguieron la mayoría absoluta: un 54% de los votos, muy por encima del 30% de Font y del 9% de Freixa.
Esto supuso que se abriera el segundo ciclo de Joan Laporta al frente de la nave azulgrana, después de que hubiera gobernado el club entre el 2003 y el 2010; y un cambio de rumbo importante en el club. Hacía meses que el Barça estaba siendo gobernado por la junta gestora de Carles Tusquets, después de que el anterior presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, dimitiera en octubre del 2020, estando amenazado por una moción de censura impulsada por muchos seguidores y seguidoras barcelonistas.
El primer año de la nueva etapa de Laporta en el club ha sido una montaña rusa. Aunque ahora la afición azulgrana sonríe al presenciar los buenos resultados y las buenas sensaciones que desprende el primer equipo de fútbol masculino, no todo han sido flores y violas hasta ahora. Laporta, ayudado en gran medida por su secretario técnico, Mateu Alemany, encontró en el club brotes verdes, como la presencia de muy buenos jugadores jóvenes en el equipo en cuestión o el brillo del primer equipo femenino de fútbol y del primer equipo de baloncesto masculino. Pero también ha hecho frente a un montón de fuegos. ¿Y los ha apagado todos?
El histórico y doloroso adiós de Leo Messi
El primer gran obstáculo al que hizo frente Laporta fue la no continuidad de Messi. Fue un tema muy espinado, que todavía ronda las tertulias en los bares de Catalunya. ¿Pudo hacer más para conseguir que el crack permaneciera en el club? En ese caso, ¿tendría que haberlo hecho? ¿O finalmente el adiós del dios argentino ha terminado siendo necesaria para la regeneración azulgrana? La versión oficial culpa a la Liga de no haber sido flexible a la hora de permitir un mayor margen a la masa salarial. Y es que el Barça no podía pasar el corte de las inscripciones teniendo a Leo Messi y su sueldo en plantilla.
Antes, Laporta regeneró el esqueleto del club. Substituyó a varios trabajadores del mismo, como el manager general de baloncesto de semillas, Nacho Rodríguez, o el de balonmano, la leyenda David Barrufet, por, respectivamente, la también leyenda Juan Carlos Navarro y Joan Solé. Tomó decisiones controvertidas, discutidas por la opinión pública. Lo fueron tanto las decisiones mencionadas como los cambios en el banquillo del Barça femenino, de Jonatan Giráldez por Lluis Cortés o en el del Barça B masculino de fútbol, de Sergi Barjuan por Francisco Javier García Pimienta. Por otra parte, también decidió ratificar a Sarunas Jasikevicius en el primer equipo masculino de baloncesto.
En algunos casos, el tiempo y las decisiones le han dado la razón. Por ejemplo, el Barça femenino sigue siendo el equipo imparable que era antes. Y seguramente requería un cambio, dadas las fricciones que se pueden dar entre entrenador y jugadoras después de un determinado tiempo en el Olimpo del fútbol (ya ocurrió con Pep Guardiola cuando entrenaba al Barça). Por el contrario, hacía tiempo que el Barça B no tenía tantos problemas y no encadenaba una crisis tan nefasta de resultados. Sin embargo, cabe recordar que la primera función de este equipo es la de formar jugadores, y que los jóvenes que están subiendo al primer equipo lo están haciendo de maravilla. También hay que tener en cuenta que la formación de Gavi o Nico y los fichajes de Pedri y Araujo son responsabilidad de la anterior junta (aunque los primeros han surgido con la actual).
El primer equipo masculino, de Koeman a Xavi y de menos a más
El primer equipo de fútbol masculino ha ido claramente de menos a más. En su primer verano de su segunda etapa, tras no decidirse por ningún otro entrenador, Laporta ratificó a Ronald Koeman. Por tanto, fue el neerlandés quien planificó la nueva temporada. Sin embargo, ésta no arrancó como esperaban los optimistas. Sí lo hizo como pensaban que empezaría los menos partidarios de la continuidad del héroe de Wembley. Y acabó siendo la crónica de una muerte anunciada. El Barça, que venía de ganar la Copa y luchar hasta el final el campeonato de Liga, atravesó una crisis de resultados y sensaciones. En medio de ésta, Laporta finalmente optó por echar a Koeman y contratar a un Xavi Hernández que no fue capaz de evitar el primer descenso del equipo en la Europa League en muchos años.
Después de empezar con tantas dudas y problemas, ahora el Barça masculino de fútbol ya ilusiona a la afición. El gran mercado de fichajes invernal ha permitido al técnico egarense recordar a equipos azulgranas anteriores, que jugaban bien a la pelota y ganaban por goleada muchos partidos. En ese sentido, el Barça ha abierto, indiscutiblemente, un ciclo que promete ser ganador. Mérito de los jugadores, del entrenador y de la junta directiva de Joan Laporta.
Frente a graves deudas económicas
Un ciclo que promete ser ganador pese a la grave crisis económica que encontró la junta al llegar, hace un año, a la presidencia. Así lo anunció el pasado mes de octubre el CEO de entonces, Ferran Reverter. Éste explicó, entre otras cosas, que el club tenía una deuda de 1.350 millones de euros, con una «necesidad urgente de refinanciación». Las consecuencias eran, entre otras, la dificultad a la hora de pagar nóminas y de inscribir a nuevos jugadores.
Esto ocurrió con el Kun Agüero o Ferran Torres. Mateu Alemany tuvo que hacer malabares para inscribirlos. Y lo logró. También ha conseguido, aunque todavía no se haya anunciado, un importante patrocinio con la empresa de servicios multimedia sueca Spotify. Esta pagaría 60 millones de euros por año, durante cuatro cursos, a cambio de que la camiseta azulgrana lleve su logo y que el Camp Nou tenga como apellido su nombre.
Buenos fichajes para potenciar la base, con un sueño faraónico
Todo esto ha ocurrido mientras la junta negocia lo que sería el fichaje de la década. El Barça pretende poner la joya de la corona de su nuevo proyecto con la incorporación del gran y joven delantero noruego Erling Haaland. Laporta habría dialogado, en varias ocasiones y últimamente, con el representante del jugador, Mino Raiola (con quien mantiene una buena relación). Además, el propio Xavi se reunió con el mismo Haaland. Haaland, pues, podría ser uno de los fichajes en la segunda etapa de Joan Laporta en el Barça. Se añadiría a una lista que ya contempla el Kun Agüero, Eric García, Emerson Royal, Memphis Depay, Luuk de Jong, Dani Alves, Ferran Torres, Adama Traoré, Pierre-Emerick Aubameyang y, probablemente, Andreas Christensen… y quién sabe si, el próximo verano, Erling Haaland.
