El presidente del Fútbol Club Barcelona, Joan Laporta, ha ejecutado dos despidos en el seno de la entidad azulgrana, según avanza la radio catalana RAC1. Concretamente, el director de tecnología del club, Juan Manuel Tabero, y lo compliance officer, Xavier Mas, han sido destituidos de su cargo. El compliance officer es el encargado de supervisar que se estén cumpliendo las normas internas del Barça. Estas dos personas corresponden en el entorno de Ferran Reverter, quien últimamente anunció que dejaría de ser el director ejecutivo del club por “motivos personales y familiares”, a pesar de que algunos medios han apuntado a topadas y discrepancias constantes con Laporta que habrían provocado esta decisión. Tabero y Mas llegaron al club de la mano del hasta ahora CEO culé.
Nuevas consecuencias de la marcha de Ferran Reverter
En cuanto a Ferran Reverter, durante los últimos días también se ha pronunciado al respeto el presidente de LaLiga, Javier Tebas, en varias ocasiones. Según Tebas, Reverter era un tipo de topo del presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, infiltrado en el Barça. Al darse cuenta, Laporta lo habría hecho dimitir, a pesar de que hay que tener en cuenta que este es solo el punto de vista de Tebas y que no ha aportado ninguna prueba o ninguna información para reforzar su tesis. Sea como fuere, también es cierto que existía una buena relación entre Reverter y Florentino por las veces que habían coincidido en este último año, preparando, justamente, acciones que perjudicaban LaLiga, como la oposición en el acuerdo con CVC o la presentación del proyecto de la Superlliga
No habrá nuevo CEO
También según RAC1, Laporta habría decidido que no habrá relevo para Ferran Reverter a la dirección ejecutiva del club. Después de buscar varios candidatos y no encontrar jefe de oportuno, el presidente azulgrana habría considerado que él mismo puede asumir varias de las funciones de un CEO, así que lo más probable es que, hoy por hoy, no haya sustituto para Reverter. Eso sí, Laporta se plantea contratar un director financiero para reforzar el área económica del club, la cual, justamente, es una de las más delicadas en la situación actual del Barça.