El Bayern de Múnich habría puesto una condición capital en el Fútbol Club Barcelona en el marco de las negociaciones que bávaros y catalanes están manteniendo por el delantero de los primeros Robert Lewandowski. Según el periodista alemán Raphael Honigstein, el campeón alemán habría pedido al club presidido por Joan Laporta que pague cincuenta millones de euros por el polaco sin ninguna variable ni cuota… justo cuando se pretendía introducir variables en la operación.
Y es que según Mundo Deportivo, se habrían ofrecido otros cuarenta millones de euros las variables en cuestión. Éstos no han trascendido. Es decir, no se sabe si qué objetivos pretendía el Barça que pudieran canjearse por más dinero en la operación. Hay clubs que aceptan estas fórmulas. Por ejemplo, si el futbolista que vienen logra un mínimo de partidos disputados, el club comprador tendrá que abonar más dinero. Es lo que hizo precisamente el Barça con Ousmane Dembélé o Philippe Coutinho.
Sin embargo, según el periodista Raphael Honigstein, que trabaja en medios como The Athletic, el Bayern quisiera los cincuenta millones enteros y de una manchada. Ni siquiera sin la posibilidad de poner cuotas.
La dureza del Bayern con el Barça
El club presidido por la leyenda Oliver Kahn, pues, está demostrando una dureza bastante inusual en los mercados de fichajes. Hay que tener en cuenta que el jugador quiere irse. Sin embargo, los alemanes están intentando complicar lo máximo posible la operación. Ya sea con negociaciones complicadas o con declaraciones incendiarias. Recientemente, el presidente de honor del mismo equipo, Uli Hoeness, ha lamentado que «el Barça quiere fichar a Lewandowski cuando tenía una deuda de 1.300 millones de euros hace seis meses. En Alemania estarían en quiebra desde hace mucho tiempo».
La pelota de Lewandowski, en el tejado del Bayern
La dureza mencionada forma parte de una guerra que el Bayern tiene casi perdida. Y es que Lewandowski ya ha dejado claro que quiere irse, y no es un futbolista cualquiera. Es una leyenda del conjunto, nada menos que su segundo máximo goleador histórico (solo por detrás de Gerd Müller). Solo le queda un año de contrato.
Por tanto, en caso de no dejarlo marchar ahora poniéndose de acuerdo con el Barça, se arriesgaría a que el próximo verano se marchara sin dejar dinero a la caja, y que se quedara un curso extra estando descontento con su situación. Tanto los catalanes como el delantero quieren que las negociaciones lleguen a buen puerto antes del 12 de julio, que es la fecha estipulada por el Bayern para que él y el resto de jugadores que fueron internacionales en junio vuelvan en los entrenamientos de Julian Nagelsmann.