Una vez se ha conocido que Sergio Busquets no renovará su contrato con el Fútbol Club Barcelona y dejará el equipo el próximo verano, el Barça quiere resolver rápidamente el futuro de otra de las vacas sagradas: Jordi Alba. El mismo día que se ha anunciado la marcha del centrocampista de Badia del Vallès, la cúpula de la dirección deportiva de la entidad azulgrana se ha reunido con los agentes del lateral izquierdo catalán. Han sido cazados en la Ciudad Deportiva Joan Gamper cuando estaban a punto de mantener esta reunión crucial. Hay que recordar que a Alba le queda todavía una temporada de contrato, pero el Barça quiere hacer modificaciones al respecto.
Los escenarios de futuro que el Barça plantea a Jordi Alba
En caso de que la intención del jugador sea quedarse en el club, que por el momento es lo más probable, se le pedirá un esfuerzo para ayudar a sanear la economía. Con el último contrato que le firmó Josep Maria Bartomeu, Alba es uno de los futbolistas mejor pagados del equipo. Con treinta y cuatro años y habiéndose convertido en suplente, su sueldo se encuentra muy lejos del que tendría que cobrar objetivamente. Se le podría pedir una rebaja salarial muy considerable con el aliciente de renovar por una temporada más, como ya ha pasado en otras ocasiones. Del mismo modo, el club también le ofrecerá la carta de libertad para que se pueda marchar gratuitamente este verano al equipo que quiera. Todo ello son informaciones del diario Sport.

La baja de Sergio Busquets supone un aligeramiento importante de la masa salarial del Barça y el club pretende que Jordi Alba reme en la misma dirección. Su rendimiento ha ido bajando en los últimos años y ya no es el lateral izquierdo determinante del pasado. Aun así, esta temporada ha demostrado que, como suplente, puede aportar muchísimo. También se valora muy positivamente todo lo que puede enseñar a jugadores más jóvenes como el mismo Alejandro Balde, quién le ha robado el lugar, desde su veteranía. Es un escenario complicado, puesto que Alba tiene contrato, pero el club pide modificaciones que seguro que no gustarán al jugador. La alternativa es marcharse o quedarse cómo está ahora, sabiendo que recibirá críticas muy duras por parte de la afición, como ha pasado en los últimos cursos.