La pesadilla de los problemas de fair play financiero del Fútbol Club Barcelona podría volver. Cuando parecía que el Barça había dejado atrás este capítulo, el club se encuentra ahora ante un nuevo momento clave en su estrategia financiera, con un debate que podría tener un impacto directo en su límite salarial y, en consecuencia, en su capacidad para operar con normalidad en los próximos mercados de fichajes. El foco está puesto en los 100 millones de euros provenientes de la venta de localidades VIP del futuro Spotify Camp Nou, una operación que inicialmente fue aprobada por una auditora temporal y aceptada por LaLiga. Sin embargo, la nueva auditora contratada por el club, Crowe, discrepa ahora sobre la forma en que estos ingresos deben ser contabilizados, según ha informado la Cadena SER.
El problema se complica aún más porque el club ya vivió una situación similar con la polémica de Barça Studios, donde una auditoría previa cuestionó el estado financiero de esta otra palanca. Esto llevó al Barça a prescindir de Grant Thornton y a buscar nuevos auditores hace solo dos meses. Fue así como se iniciaron las relaciones con Crowe, pero ahora han aparecido nuevos problemas. Esta nueva auditora defiende que los ingresos de las localidades VIP del nuevo Spotify Camp Nou no se pueden computar en las cuentas de esta temporada, ya que se trata de un activo que aún no existe físicamente. Además, Crowe también tiene dudas sobre el hecho de que se contabilice todo de golpe y no dividido entre las temporadas en que esos asientos VIP serán explotados por otras empresas. Así pues, el Barça necesita encontrar una solución antes de este 31 de marzo, la fecha límite para presentar las cuentas a LaLiga.
La descripción del club
En el momento de llegar al acuerdo con las empresas que han adquirido los derechos de explotación de los 471 asientos VIP, la vicepresidenta institucional y portavoz del Fútbol Club Barcelona, Elena Fort, defendía a capa y espada la operación. En conversación con Món Esport, Fort aseguraba que la cesión de las localidades «es un negocio que no estaba previsto en el plan económico de financiación del Espai Barça y añade 100 millones de euros». De hecho, contemplaba incluso la posibilidad de «ampliar» el paquete que ofrecía estas localidades premium, en tanto que supone solo un 5% del total con que contará el Camp Nou una vez esté operativo. En la misma entrevista con este medio, Fort detallaba que el estadio tendrá «entre 7.000 y 9.000» asientos VIP. Unos 2.000 se mantienen como «convertibles» según la capacidad que tenga el club de comercializarlos en un partido u otro.

Las dudas contables
Tal como publicaba la Cadena SER, Crowe duda que los 100 millones computados por el Barça puedan ser atribuidos de un golpe al ejercicio 2024-2025 por varios motivos. En primer lugar, siempre según las informaciones del mismo medio, la nueva auditora -la tercera del club en los últimos meses, tras Grant Thornton y la firma temporal que revisó de urgencia el acuerdo por las localidades- duda que se pueda computar el conjunto de la operación, porque el activo aún no existe. Es decir, en tanto que los asientos aún no pueden ser explotables, en tanto que el estadio permanece en proceso de remodelación y no estará activo durante lo que resta de temporada.
En este sentido, y según las mismas informaciones, se podrían hacer dos interpretaciones. La primera, que el club contabilice solo los 58 millones que ya ha ingresado del acuerdo. La interpretación más perjudicial para el Club sería computar los ingresos con un prorrateo durante los 30 años en los que las empresas en cuestión pueden explotar los asientos VIP. En caso de que la auditora no se acerque a la tesis del club, pues, el Barça podría recibir un impacto de, en el mejor de los casos, 48 millones en su fair play financiero.
Aunque el activo no esté ya completo y disponible para el club, sin embargo, fuentes expertas en gestión deportiva consultadas por Món Esport argumentan que la actividad económica, no obstante, ya se da. «Si se compra una casa sobre plano, también genera unos ingresos», defienden. Sobre el posible prorrateo, el profesor de sports management de la escuela de negocios Esade, Carlos Cantó, apunta que la operación de los asientos VIP entra dentro de la normalidad de la gestión de este tipo de activos. A juicio del experto, «si los 100 millones suponen solo la reserva de los derechos -es decir, el pago por el derecho a explotar las localidades- es un ingreso que podría considerarse como del ejercicio». La operación sería diferente si este acuerdo contemplara también los abonos correspondientes a los 471 asientos. Ahora bien, como indicaba Fort en su entrevista con Món Esport, «no son un abono, los abonos son otra cosa». De hecho, en declaraciones a El Món a Rac 1, la vicepresidenta institucional apuntaba que los 100 millones llegan adicionalmente a los ingresos ya previstos en el plan económico que la Junta presentó a los inversores, y que fue aprobado. Así, a diferencia del signing bonus del contrato con Nike, que sí se prorrateó hasta 2038, hay argumentos para no haber separado los ingresos de los asientos VIP en varios cursos.






