En la previa del partido que el Fútbol Club Barcelona jugó y ganó en el estadio de El Sadar, en Pamplona y contra Osasuna, trascendió una noticia lamentable: el grupo ultra culé, los Boixos Nois, había irrumpido en una taberna donde se reúnen los miembros del grupo radical de Osasuna Indar Gorri, dejando heridas a tres personas. Ahora, ha salido a la luz un vídeo de esos ataques, que pone los pelos de punta y demuestra la agresividad que tienen los mencionados Boixos Nois.
Lanzamientos de objetos y de una bengala dentro de la taberna
En las imágenes, compartidas por el medio catalán Nació Digital, se aprecia el final de las agresiones. Es decir, cuando los miembros de los Boixos Nois ya abandonan el establecimiento. Y lo hacen con la agresividad mencionada, destrozando el escaparate de cristal con objetos que encuentran por fuera, tirando los mismos objetos hacia dentro previsiblemente para impactar con las personas que hay, y, finalmente , lanzando una bengala encendida. Finalmente, acaban marchando corriendo, evidenciando que más allá de ser unos violentos también son cobardes.
Tal y como narraron el pasado martes varios medios locales de la comunidad autónoma de Navarra, como consecuencia de sus agresiones, los Boixos Nois terminaron hiriendo a tres personas del local, entre las que estaría. el dueño y dos clientes, con bates de béisbol y otras armas blancas.
Los lamentables precedentes de los Boixos Nois
Esto se ha convertido en un nuevo ataque de los Boixos Nois. Esta vez ha sido con Indar Gorri como objetivo, un grupo de extrema izquierda, y por tanto con una ideología totalmente contraria a la de estos ultras catalanes, que son de extrema derecha. Sin ir más lejos, la pasada temporada ya sembraron el terror con varias acciones.
En noviembre, tres Boixos Nois atacaron a varios miembros de las Brigadas Blanquiazules, grupo ultra del Espanyol, mientras que posteriormente, en abril, los Mossos d’Esquadra evitaron una pelea entre los Boixos Chicos y ultras del EIntracht de Frankfurt, en la previa del partido entre los barceloneses y los alemanes. Además, en el pasado incluso asesinaron a un aficionado, del Espanyol. Concretamente, en el año 1991. Tenían la entrada permitida en el Camp Nou con su propia simbología, hasta que el presidente Joan Laporta les vetó en el principio de su primera etapa en el club azulgrana, en el 2003.