El Fútbol Club Barcelona femenino ha vencido y eliminado a su nuevo rival, el Real Madrid, de la semifinal de la Copa de la Reina. Por tanto, optará a redondear una nueva gran temporada con un nuevo título, el fin de semana. Las azulgranas llegaban deprimidas al municipal de Santo Domingo, después del duro golpe de Turín, pero han salido con una sonrisa. A pesar de encontrar dificultades a la hora de abrir la lata, contra un equipo blanco ultradefensivo, Lieke Martens lo ha logrado relativamente temprano. En el segundo tiempo, Aitana Bonmatí ha puesto tierra de por medio, Mariona Caldentey ha sentenciado y Asisat Oshoala lo ha cerrado (4-0).
Con el duro golpe mencionado en Turín, uno presagiaba que a las azulgranas les costaría mantener el nivel infernal de esta temporada. Pero han acabado pesando otras tres cosas: las ganas de reivindicarse, el rival que había delante y la posibilidad de clasificarse para una nueva final. Los tres cambios respecto a la derrota no han modificado muchas cosas. Ni la entrada de Ingrid Hengen por el descanso de Patri Guijarro, ni las de Asisat Oshoala y Lieke Martens por una Jennifer Hermoso tocada y Graham Hansen. Se ha dado uno de los guiones más desiguales entre azulgranas y blancas.
Desde el principio, las mujeres de Jonatan Giráldez han buscado las bandas. Las de Alberto Toril tenían todo el centro cerrado, y por tanto aquello era infranqueable. Tras perdonar un par de veces, Alexia Putellas ha hecho una emboscada por banda y, por fin, ha encontrado a una compañera sola. Ésta era Martens, que ha batido Misa a placer. Primer gol de la neerlandesa en tres meses y medio, para demostrar que ya ha dejado atrás por completo la maldita lesión.
El 1-0 ha allanado el camino. Y ha inclinado el campo hacia abajo. El Barça ha podido sentenciar en la primera mitad, pero Asisat Oshoala y Aitana Bonmatí han perdonado. Pero en la reanudación la catalana no lo ha hecho. ¡Qué golazo! Con una croqueta, Aitana ha redondeado una temporada excelsa, que pretende cerrar con un triplete nacional, haciendo más daño a unas blancas que sólo han atacado con fogonazos.
Antes de pensar en la final, sin embargo, todavía quedaba tiempo para profundizar la herida, terceras este curso en la Liga y por tanto clasificadas, in extremis, para la previa de la próxima Champions League. En un lanzamiento de córner barcelonista, Misa ha fallado estrepitosamente. El balón fue dirigido a Mariona, que simplemente tuvo que empujar el balón al fondo de la red. 3-0 y lo de siempre: a disfrutar, a dormir el encuentro y a oxigenar y premiar a jugadoras. Claudia Pina, la jugadora número doce, y Leila Ouahabi, han ingresado para decir la suya.
De hecho, la mencionada Pina ha necesitado pocos instantes para realizar una jugada maradoniana. Regateó su marcadora, condujo el balón y dejó sola a Oshoala para que hiciera el cuarto. Después de que la nigeriana hubiera perdonado en una jugada justo antes, salvada excelentemente por Misa, esta vez no ha perdonado y ha redondeado la fiesta. Por último, se ha retirado con molestias. Pero si nada sucede, en la gran final, contra el Sporting de Huelva, volverá a ser de la partida en detrimento de Hermoso.
Con una nueva goleada al eterno rival del club, el Barça aspira a ganar su tercera Copa consecutiva ya cerrar una gran temporada. Ha sido una victoria balsámica y necesaria, para cicatrizar el mal europeo y para luchar por acabar el curso levantando un nuevo trofeo. También por presentar unas credenciales de cara al próximo curso. Porque Pina, más allá de la gran acción en el cuarto gol, ha hecho una exhibición de pases y recuperaciones en sólo media hora.
