El Espai Barça será el gran proyecto de la segunda etapa de Joan Laporta en la presidencia del Fútbol Club Barcelona. La remodelación del Camp Nou, la construcción del nuevo Palacio Azulgrana y la reforma de todas las cercanías de los estadios comportarán unas obras faraónicas que empezarán bien pronto, pero que se intensificarán, sobre todo, entre 2023 y 2024. Es por eso que la temporada 2023-2024, o parte de ella, no se podrá disputar en el Camp Nou, así que el club busca alternativas para su feudo. El Estadio Johan Cruyff, en la Ciudad Deportiva Joan Gamper, se contempló como opción en un inicio, pero sus reducidas dimensiones y el hecho de que se encuentre en Sant Feliu de Llobregat lo ha dejado prácticamente descartado.
Sin muchas alternativas más, la opción más probable es la de jugar en Montjuic, en el Estadio Olímpico Lluís Companys, y hoy se ha conocido el precio de estar allí durante un curso. Concretamente, el Barça tendrá que pagar hasta veinte millones de euros al Ayuntamiento de Barcelona para poder disputar sus respectivos duelos. De este modo, 56.000 aficionados podrán disfrutar de los partidos del Barça en Montjuic, cosa que hará que los abonados del Camp Nou, que son muchos más, tengan que ir rotando su posibilidad de poder ir. Esto será solo durante una temporada y si bien el Barça descarta la opción de ampliar el aforo, sí que quiere construir gradas supletorias en la pista de atletismo para acercar el público al césped.
Leo Messi, protagonista del nuevo Camp Nou
Una vez el Espai Barça ya se encuentre en su recta final y el Camp Nou ya se haya remodelado, el club prevé hacer un homenaje al astro argentino Leo Messi. Esto sería, presumiblemente entre 2024 y 2025 y la incógnita será si en aquel momento será si todavía jugará en el París Saint-Germain, si estará en alguno otro equipo, si se habrá retirado o incluso si habrá vuelto al Barça. En cualquier caso, el presidente Joan Laporta quiere reconocer la figura del mejor jugador de la historia del club con un acto que pueda estar a su altura, no como la despedida que tuvo el verano de 2021, que se hizo deprisa y corriendo.