El Barça de baloncesto ha conseguido un triunfo de muchísimo mérito contra el Real Madrid a la final de la Copa ACB, que le ha supuesto el primer título de la temporada. Los azulgranas han iniciado el duelo con un primer cuarto nefasto, donde han llegado a perder de dieciséis puntos, y han tenido que levantar el partido y dar la vuelta al marcador, cosa que no ha podido suceder hasta la recta final del duelo, concretamente al último periodo.
Nikola Mirotic ha liderado el equipo desde dentro de la pista y ha acabado siendo escogido el mejor jugador de la final (MVP). Ha conseguido anotar hasta diecinueve puntos, los mismos que ha conseguido en cuanto a la valoración. Aun así, cuando le han preguntado qué ha sido la clave de la remontada y la posterior victoria, el jugador montenegrino no se ha mirado a él mismo, sino que ha girado la vista hasta el banquillo.
«El Saras (Sarunas Jasikevicius) ha estado de manantial al descanso. A la charla al vestuario parecía que era el único que creía en el equipo. Mientras hablaba, incluso se me ha puesto la piel de gallina. Ha sido la clave de la victoria», ha explicado a la rueda de prensa posterior al duelo. El mismo Jasikevicius ha querido sacar hierro a esta charla, pero otros jugadores han confirmado que ha sido el punto de inflexión para volver a entrar a la pista con la remontada entre ceja y ceja, puesto que a la reanudación todavía perdían de once puntos.
En una entrevista con RAC1, Mirotic ha confesado que el contenido de la charla no ha estado tan importante como el tono. Los jugadores del Barça se esperaban una abucheada marca de la casa de Saras, pero en vez de esto se han encontrado con un entrenador comprensivo y alentador. El técnico lituano ha sabido leer la situación del partido y el estado de ánimo de sus hombres y ha optado por una estrategia diferente del habitual para conseguir la reacción deseada. No dejará de ser un entrenador exigente y llevar en algunos momentos, pero en este caso ha demostrado tener una mano izquierda genial.
