Kylian Mbappé ha sido lo gran protagonista del partido entre el París Saint-Germain (PSG), su actual equipo, y el Real Madrid, que, según apuntan todas las informaciones que provienen desde una y desde la otra banda, tendría que ser su conjunto la próxima temporada. Aun así, el delantero francés no se ha dejado intimidar por el hecho de jugar contra sus futuros compañeros y ha hecho un partido sensacional. Lo ha intentado constantemente, ha generado muchas ocasiones, ha forzado un penalti que ha fallado Leo Messi y, finalmente, ha conseguido el gol de la victoria con una diana de traca y pañuelo al último minuto del enfrentamiento. Así, el PSG ha ganado la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League.
Mbappé ha demostrado que está totalmente comprometido con el PSG y que se dejará la piel para conducir el equipo a su primera Liga de Campeones. Ha celebrado el gol con rabia, alegría y euforia y no ha enviado ninguna señal que haga pensar que será jugador del Madrid el próximo año. Tanto es así que algunos merengues le han recriminado su efusividad en la hora de gritar la diana, del mismo modo que han criticado con severidad que compartiera imágenes en sus redes sociales en las cuales se mostraba mucho cofoi por el triunfo.
Pero si el madridismo está preocupado no es solo por eso. Al acabar el partido, Mbappé ha soltado una frase a los micrófonos de las televisiones con derechos que tampoco ha gustado nada a la afición blanca: «Soy consciente que juego en uno de los mejores equipos del mundo». Esto, combinado con una información del diario Sport que asegura que el francés empieza a meditar la posibilidad de renovar con el PSG por los éxitos que está consiguiendo y el dinero que le ofrecen, hace que cada vez esté menos claro su futuro.
