Inexplicable, paranormal, violento y majestuoso. El Real Madrid ha eliminado de la Champions League al Chelsea en un partido épico. En un choque que siempre se recordará. Después del gran resultado del ida, Chelsea ha mostrado, por fin, su mejor versión. La que le hizo campeón continental el pasado curso. Tanto fue así, que los blues remontaron provisionalmente la eliminatoria con tres goles en setenta y cinco minutos. Sin embargo, en un cerrar y abrir de ojos Luka Modrić rozó sus botas y, con una asistencia gloriosa, sirvió a Rodrygo Goes el empate de la eliminatoria. En la prórroga, con las fuerzas consumidas, un guerrero llamado Karim Benzema ha destrozado la embarcación inglesa cuando ésta estaba ya en la orilla del río, situando al Madrid en las semifinales de la competición (2-3).
Salida en tromba del Chelsea y gol tempranero
Carlo Ancelotti había planteado el mismo partido que en la ida. Entonces, el plan le salió bien. Pero hoy no. El único cambio, el de Nacho Fernández por Éder Militao en la defensa, y obligado por los problemas físicos del brasileño, bajó el nivel del equipo. Por el contrario, Thomas Tuchel, por motivos obvios, ha revolucionado su once. Y ha dado con la tecla. El Chelsea ha salido al Santiago Bernabéu en tromba, sorprendiendo al equipo español. Esta vez, los blancos no han sabido cómo deshacerse de la efervescente presión blue.
El Chelsea ha hecho daño, desde el principio, a todas las formas posibles. Cuando se recogió, lo hizo con buenos contraataques. Y estático, esta vez sí han encontrado las vías del peligro. Mason Mount y compañía son buenísimos, y han demostrado que lo ocurrido en Londres fue un accidente. De hecho, el centrocampista inglés ha adelantado a sus gracias a una buena asistencia vertical de Timo Werner, y con un disparo entre los centrales madridistas inapelable para Thibaut Courtois.
Con el 0-1 tan tempranero, el Chelsea se ha llenado de confianza. ¡Esto era otro equipo! Ya no cometían los errores ni las faltas de concentraciones realizadas en Stamford Bridge. Todos para uno y uno para todos. Éste sí que era el Chelsea campeón continental. Karim Benzema estaba enjaulado, y Vinicius muy bien controlado. En cambio, en el mismo lado, el lateral blue Reece James dolía mucho. Procesado todo esto, el equipo local ha intentado no tomar más daño hasta el descanso. Y lo ha logrado.
Mismo guión en la segunda mitad, con la eliminatoria sorprendentemente igualada en el Bernabéu
Pero a partir de la reanudación, no. A partir de la reanudación, de nuevo blue lo ha igualado todo. ¡Díselo! Antonio Rüdiger, exhibido en el corte y en la elaboración, ha volado en un córner inexistente, pero córner y, con un cabezazo fortísimo, ha puesto el 0-2. El 3-3 en la eliminatoria, con mucho rato por delante.
El lema 90 minuti en el Bernabéu son molto longo estaba siendo real. Pero esta vez fue fuego amigo. Era el Madrid quien probaba su propia medicina. La igualada ha hecho mucho, muchísimo daño a los blancos. Si bien han tenido dos ocasiones consecutivas de la mano de Benzema y Fede Valverde, el boxeador madrileño ha sufrido de nuevo. Primero, después de que Marcos Alonso (partidazo del madrileño) marcara un gol, el VAR ha salvado a los blancos. Y es que el lateral izquierdo, gracias a una pérdida en medio del escandaloso campo del madridista Ferland Mendy, se ha ayudado con la mano en la jugada. Involuntariamente, pero las nuevas normas son las nuevas normas.
Lejos de levantar los ánimos locales, el gol anulado ha enfurecido a los londinenses. Con un dominio masivo de la pelota, y un Mateo Kovačić en estado de gracia, el Chelsea ha encontrado, poco después, la réplica con un gol parecido, a cargo del torpedo alemán Werner. 0-3 en el marcador! ¡Remontada consumada! De hecho, instantes después, Courtois, con un paro fácil para él pero imposible por el resto de mortales, ha salvado el cuarto. Y todo ello ha enmudecido al Bernabéu…
El Madrid, siempre hasta el final. Luka Modrić, siempre estelar
… Pero de lemas va la cosa. De los 90 minuti al Hasta el final, vamos a Real. La historia inacabable. El Madrid fue un rato eliminado. Cinco minutos. El tiempo que Luka Modric ha querido. Y es que el croata lo ha evitado, con la mejor asistencia de la temporada. Con un pase teledirigido, con el exterior, al estilo trivela del gran Ricardo Quaresma, el Balón de Oro ha servido un caramelo para que Rodrygo, recientemente ingresado en el terreno de juego, empatara la eliminatoria. Para que el Bernabéu respirara.
El Bernabéu ha respirado aún más cuando el árbitro ha pitado el final de los 90 minutos reglamentarios. Tocaba jugar una prórroga para definir al vencedor de esta epopeya. Treinta minutos extras en el Bernabéu y contra un equipo que se lo ha dejado todo… ¿Se imaginan el fin de la obra?
Benzema mata al Chelsea en la orilla, en la prórroga
Así es… lo de siempre y como siempre. Con todo más igualado y normalizado, Vinicius ha servido un nuevo caramelo en Benzema. Y el francés ha aprovechado el único error de Rüdiger, involuntario por un patinazo, para marcar de cabeza, a placer, el 2-3 definitivo. Es un nuevo capítulo de un romance. Hace falta que un chamán estudie este caso. El Madrid lleva al extremo a sus rivales y, una vez estos dan todo lo que pueden dar, los blancos hacen un kame hame ha.
Lo hizo Cristiano Ronaldo contra la Juventus en la temporada 2017/2018, y lo ha hecho hoy Benzema. Lo hacen y lo seguirán haciendo. Este Madrid no es el mejor equipo en términos de juego, pero sí el más especial. Y en esta competición no siempre suele vencer al equipo que mejor juega. Pero sí lo más especial. Sí: el Madrid ha pasado de estar eliminado, a volver a disfrutar de una noche histórica y encontrarse a sólo tres partidos de levantar una nueva. Son inmortales.
