El Real Madrid no pudo pasar del empate contra el Girona Fútbol Club este pasado domingo. En el Santiago Bernabéu, los hombres de Carlo Ancelotti se adelantaron en el marcador, pero los catalanes, a través de un gol de penalti hecho por Cristhian Stuani, consiguieron llevarse un punto y propiciar la segunda pinchazo blanco en esta Liga. Un pinchazo que ha caído muy mal, y que tanto el club como algunos de sus miembros han atribuido a la actuación arbitral de forma surrealista.
La acción más discutida, el penalti cometido por Asensio
Primero hay que tener en cuenta qué ocurrió en el encuentro en materia arbitral. Ha habido tres grandes decisiones que han perjudicado a los madridistas. La más decisiva fue el penalti. Fue un penalti cometido por Marco Asensio, en un córner, y tras tocar claramente el balón con el brazo dentro del área.
Sin embargo, el mallorquín no lo ha encajado nada bien. Tras protestar a diestro y siniestro la decisión al árbitro del partido, ha compartido un vídeo de la acción en su cuenta de Twitter, con el texto «definición de no mano que nos cuentan a principio de temporada… Increíble que hoy sí… [la pite]». El futbolista, indirectamente, hizo mención a que los árbitros no suelen señalar infracción cuando un jugador toca el balón con la mano o el brazo después de un rebote. Sin embargo, la posición del brazo de Asensio es antinatural y por tanto sigue siendo penalti.
Sobre este penalti, otro llanto surrealista ha venido por parte del propio Ancelotti, en su rueda de prensa posterior al partido: «Nunca me gusta hablar de los árbitros, pero hoy lo haré.He hablado con Asensio y está muy claro que no toca el balón con la mano, le pega en el pecho.Es cierto que la posición de la mano izquierda es un poco rara, pero cubría el cuerpo, no lo hacía mayor. Puede haber duda si lo toca, pero simplemente no ha tocado el balón con la mano. Este penalti es un invento«.
El gol anulado en Rodrygo Goes genera más consenso
Otra acción que ha generado polémica se ha dado en el gol que el árbitro ha anulado a Rodrygo Goes. Hubiera sido el 2-0, y una vez casi definitiva para los hombres de Míchel. Pero el brasileño ha rematado dentro de la portería el balón cuando el guardameta rojiblanco, Paulo Gazzaniga, tenía la mano encima del mismo esférico. Si bien para el propio técnico madrileño «tendría que ser gol», tal y como dejó tras el encuentro, la regla es clara.
En frío, nadie ha protestado. Tampoco la definitiva jugada que ha complicado la tarde a los madrileños: la expulsión a Toni Kroos por una doble tarjeta amarilla. Sin embargo, el club, en su página web, ha titulado la crónica del partido con la frase «un polémico arbitraje impide la victoria del Madrid«. Si bien es lícito discutir la actuación del árbitro, es raro que un club tan grande justifique este pinchazo de acuerdo a este factor y que no busque la autocrítica.