El estado de Isaac Feliu progresa adecuadamente. El motorista catalán sufrió un grave accidente el 11 de enero, en el Rally Dakar de este año y, desde entonces, ha sido ingresado en la unidad de cuidados intensivos en un hospital de Riad, en Arabia Saudita. La semana pasada, sin embargo, los médicos empezaron a retirarle la sedación y, ahora, dos semanas después del suceso, ha vuelto a Barcelona esta madrugada para seguir recuperándose en el Hospital de Barcelona. El traslado del piloto del equipo Klim TwinTrail Racing estaba previsto, de hecho, para el 13 de enero. Dos días después del accidente. Pero por precaución, los médicos locales alargaron su estancia.
Según explicó el corredor marroquí Harite Gabarí, testigo del accidente, tras el mismo, Feliu salió «disparado de su vehículo a unos 30 o 40 metros». Gabarí recordó que «estaba a su lado y de repente he visto como él salía disparado hacia un lado y su moto hacia el otro. Debe haber sido un mal movimiento con el manillar o quizás la falta de atención». De hecho, la actuación del marroquí fue trascendental porque de inmediato tras presenciar el accidente, frenó para pedir ayuda sanitaria.
Hay que tener en cuenta que el Dakar es uno de los rallys más peligrosos del mundo. En las dos últimas ediciones han muerto hasta tres corredores, Paulo Gonçalves y Edwin Straver en 2020 y Pierre Cherpin en 2021. No había más de un fallecimiento desde 1991, así que los datos de los últimos años son trágicos. En total, 32 pilotos o mecánicos han perdido la vida, mientras que 46 espectadores o asistentes en el Dakar por otros motivos también han muerto. Entre todos los casos se encuentra el de un catalán, Tomàs Urpí, de sólo 24 años, quien en 1996 sufrió un accidente mientras seguía la carrera con su vehículo y murió a causa de las lesiones sufridas.
