Escándalo gordo en el fútbol femenino de los Estados Unidos. El buffet de abogados King & Spalding ha certificado, a través de una investigación encargada por la Federación de Fútbol de Estados Unidos, que entrenadores, propietarios de clubes u otros miembros han abusado verbalmente, emocionalmente y físicamente jugadoras de varios campeonatos de fútbol del país americano.
Más de doscientas futbolistas en activo y ex futbolistas han sido entrevistadas. De estas conversaciones se desprende que los hombres mencionados utilizaban «tácticas manipuladoras más cercanas al abuso de poder que a la mejora del juego», aparte de «un preocupante patrón de comentarios de contenido sexual, tocamientos no consentidos o relaciones sexuales coercitivas». Es decir, relaciones surgidas a partir de amenazas o presiones.
Los tres entrenadores con más denuncias
El informe denuncia, concretamente, once entrenadores y cuatro propietarios, de varias divisiones del fútbol femenino del país. De los cuatro propietarios, tres lo son de conjuntos de la National Women’s Soccer League, que es la categoría dorada estadounidense (Meritt Paulson y Mike Goub, de los Portland Thorns, y Arnim Whisler, de los Chicago Red Stars. En cuanto a los técnicos, de hecho , hay tres que destacan en las denuncias por encima del resto en términos de reincidencia: Paul Riley, Christy Holly y Rory Dames.
El primero, Riley, ejerció como futbolista en varias categorías del país norteamericano y que, después de entrenar varios conjuntos de la misma nación, en el 2021, después de que The Athletic destapara unas acusaciones precisamente de abusos sexuales correspondientes «especialmente» en la época transcurrida entre 2011 y 2015, la Federación de Fútbol de Estados Unidos suspendió su licencia. Riley está acusado, entre otras cosas, de haber forzado a jugadoras a mantener relaciones sexuales o, incluso, después de una noche de fiesta, de pedir a dos futbolistas que se dieran besos ante ellos, en privado, a cambio de no realizar un ejercicio «agotador» el siguiente entrenamiento.
Por su parte, Christy Holly, también entrenador en varias categorías, está acusado, entre otras cosas, de cometer un abuso sexual imperdonable a una jugadora en la primavera de 2021. Mientras entrenaba al Racing Louisville , Holly pidió la jugadora, Erin Simon, que la visitara en su despacho. Emitió un vídeo de un partido disputado, diciéndole que le haría tocamientos cada vez que perdiera un balón. Era, de hecho, un partido en el que Simon había perdido unas cuantas. Como ya conocía los despreciables métodos del entrenador, acudió a la reunión vestida con muchas capas de ropa, aunque no pudo evitar los abusos.
Finalmente, en cuanto a Rory Dames, varias jugadoras del equipo juvenil del Eclipse Select Soccer Club le han acusado de referirse a ellas como «retrasadas», «putas» y «culogordos», mientras que deportistas que le sufrieron en el Chicago Red Stars indicaron que «generó un ambiente hostil en el vestuario, y abusó verbalmente de las jugadoras durante los partidos».
El discurso de Mana Shim, una de las víctimas
A continuación, ha lamentado que «han optado por ignorarnos y silenciarnos, permitiendo que el abuso continúe. Es hora de pasar a la acción y de cambiar. Los propietarios que nos han llevado a la cultura de las carencias de respeto, que son cómplices de abusar a sus jugadoras, no tienen lugar en esta liga y deben ser expulsados de la gobernanza de inmediato.Este será el primero de los pasos necesarios para finalmente oír nuestras voces y tener a nuestras jugadoras en paz».
