Dani Alves, exjugador del Fútbol Club Barcelona, será detenido el viernes de esta semana a consecuencia de la presunta agresión sexual que cometió, tal como ha informado el programa de Antena 3
Evidentemente, hay que hablar de una presunta agresión porque todavía no se ha celebrado el juicio. Pero una vez sea detenido, se producirá este juicio, y será allá donde se probará si es o no es culpable. Después de que los Mossos d’Esquadra investigaran el caso, este ha pasado a manos del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona.
Concretamente, la mujer denunciante expresó a la policía que el futbolista le puso las manos dentro de su ropa interior sin su consentimiento. A continuación, ella alertó los servicios de seguridad del local y, según fuentes de la discoteca, rápidamente se aplicó el protocolo estipulado para estos casos, y posteriormente llegaron los Mossos, para tomar la declaración de la víctima.
A pesar de haber jugado en el Barça, actualmente Dani Alves pertenece al Pumas mexicano. Pero en el momento de los hechos, estaba en Barcelona porque, según

Dani Alves y su entorno ya han salido al paso
En un video, el lateral admitió que «estuve en aquel lugar, con más gente, disfrutando. Todo el mundo que me conoce sabe que me gusta bailar. Estuve disfrutando, pero sin invadir el espacio de los otros», pero apuntó que «lo siento mucho, pero no sé quién es esa señorita. No sé su nombre. Tú llegas a un lavabo y no tienes que preguntar quién está allá. Nunca he invadido ningún espacio. ¿Cómo lo haré con una mujer o con una chica? Bastante, porque están haciendo daño, sobre todo a mi gente».
Recientemente, el también exjugador de Paris Saint-Germain o de la Juventus ha tenido otra defensa significativa. Su mujer, Joana Sanz, se ha pronunciado públicamente y ha asegurado que su marido es «una persona buena» que no tendría nunca un comportamiento como este. De hecho, ha señalado a la denunciante, poniendo en entredicho su versión y criticando que «hay muchas mujeres que lo buscan, incluso cuando yo estoy delante, así que no me quiero ni imaginar qué pasa cuando yo no estoy«.