Cada vez más personalidades se continúan sumando a las muestras de rechazo hacia el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por su inaceptable comportamiento en la entrega de medallas de la final del Mundial femenino. Esta vez ha sido el turno del primer futbolista masculino que ha levantado la voz: Isco Alarcón. El futbolista del Real Betis ha dejado claro que «si no fue consentido, es un abuso de poder«, aparte de darle todo su apoyo a Jennifer Hermoso.
Además, el centrocampista no se ha querido morder la lengua sobre su posible dimisión o destitución: «Yo no soy el que tiene que tomar una decisión (sobre si tiene que ser cesado). Yo creo que se equivoca, es una cosa que en ningún concepto se tiene que hacer, menos el presidente de una Federación tan importante. Tampoco el comportamiento que tuvo en el palco, junto a la Reina… No es muy protocolario, la verdad«.
La postura de su equipo, el Betis, también es clara y contundente. José Miguel López Catalán, vicepresidente de la entidad verdiblanca, ha cargado contra el comportamiento de Rubiales: «Es clarísimo que es muy grave, muy desafortunado y muy triste. El éxito de la selección es increíble y se está manchando por estos hechos. Por otro lado, el club tiene muy claro que hay una ley del deporte, unos organismos que tienen que ver si se ha incumplido algo, con sanciones muy claras. Esperamos que al final se resuelva de la mejor manera posible. Hemos apostado siempre por el fútbol femenino, y esperamos que esto se solucione cuanto antes mejor«.

Futbolistas femeninas ya lo habían hecho
Si Isco ha sido el primer futbolista masculino que ha levantado la voz contra Rubiales, en los últimos días ya lo habían hecho futbolistas femeninas. Una de las mejores jugadoras del mundo, la norteamericana, Megan Rapinoe, calificó el comportamiento del presidente de la RFEF de «escalofriante» y una imagen que «muestra el profundo nivel de misoginia y sexismo en la Federación Española«. Por otro lado, la capitana de Suecia, Caroline Seger, también calificó la acción de «inaceptable» y pidió reacciones inmediatas.