Carlo Ancelotti, entrenador del Real Madrid, ha sido una de las primeras voces relacionadas con el fútbol masculino que levanta la voz sobre el caso Rubiales. El técnico italiano ha sido preguntado al respecto en rueda de prensa y ha asegurado que «no es el comportamiento propio de un presidente». A pesar de que las declaraciones de Ancelotti no han destacado por su dureza o su contundencia, sí que se ha mostrado claramente contrario y crítico con los actos del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF): «Es un tema delicado, pero como a la mayoría de gente, no me ha gustado su comportamiento. Yo tengo muy claro como tengo que actuar como entrenador del Madrid y la responsabilidad social que tengo».
Rubiales, acorralado
Luis Rubiales está contra las cuerdas. Ha intentado resistir cómo ha podido mientras recibía impactos por parte de gran parte de la sociedad, jugadoras, árbitras, figuras destacadas dentro del fútbol estatal e incluso el mismo gobierno español. Hasta ahora, se ha negado a dimitir. Sin embargo, el golpe final podría ser el que le ha espetado hace pocas horas Jenni Hermoso, quien recibió su beso en los labios sin consentimiento, que ha emitido uno comunicado para pedir medidas contra él. Este viernes hay convocada una asamblea extraordinaria de la RFEF donde se podría conocer la decisión final de Rubiales. Si no dimite después de esta reunión, el gobierno español ya ha avisado que cogerá las riendas del caso y actuará contra el presidente de la RFEF.

Para poder cesar a Rubiales, el gobierno español, a través del Consejo Superior de Deportes, tendría que elevar una denuncia al Tribunal Administrativo del Deporte, que lo podría destituir. Ahora bien, esto no sería inminente y podría continuar en el cargo durante un tiempo. Eso sí, el Consejo Superior de Deportes tendría la posibilidad de inhabilitarlo durante seis meses para esperar a la inhabilitación definitva del Tribunal Administrativo del Deporte.