El caso Dembélé está entrando en una fase donde todas las partes pueden salir dañadas. Después de que Xavi Hernández lo haya apartado de la convocatoria para el próximo partido del primer equipo y que Mateu Alemany haya pedido públicamente que abandone el club, el delantero francés ha respondido con una carta abierta que ha publicado en su cuenta de Instagram con un mensaje durísimo hacia el Barça. Hay una frase, especialmente, que está claramente dirigida a la entidad azulgrana, la cual indica que no tiene ninguna voluntad de hacer un favor al club y marcharse ahora para ayudar a sanear la economía culé: «Soy un hombre que no tiene la costumbre de ceder ante los chantajes». Después de casi cinco años en Barcelona, no ha escrito ni una única palabra en catalán, ni un simple «visca el Barça» y ha cargado contra Xavi por haberlo hecho jugar contra el Linares en la Copa después de haber superado la Covid. Estamos hablando, casi, de una guerra entre las dos partes.
Este es todo el contenido de la carta abierta de Dembélé: «Buen día a todo el mundo. Hace cuatro años que no paro de leer cosas sobre mí, sin haberme puesto nunca a justificarme. Hace cuatro años que se acumulan los rumores sobre mí. Hace cuatro años que se habla por mí, que se miente vergonzosamente con una única finalidad, la intención de hacerme daño. Hace cuatro años que sigo en mi línea de no contestar nunca, de no justificarme nunca. Ha sido un error? Seguramente.
A partir de ahora, se ha acabado. A partir de ahora contestaré con sinceridad, sin ceder a ningún tipo de chantaje. Tengo 24 años y como todos los hombres, tengo defectos e imperfecciones. He vivido momentos complicados, lesiones, me ha afectado la Covid. Sin ningún entrenamiento previo, el míster me ha solicitado y siempre he cumplido, sin quejarme. He cumplido tan buenamente como he podido, porque es mi pasión. Soy plenamente consciente de mi suerte de dedicarme al trabajo más bonito del mundo.
Mi mensaje es transparente. Prohíbo a todo el mundo que haga pensar que no estoy implicado en el proyecto, que me quiera atribuir intenciones que nunca he tenido o que hable por mí o mi representante, en quien confío totalmente. Tengo contrato y estoy plenamente implicado y a disposición del club y del entrenador. Siempre lo he dado todo por mis compañeros y los socios y ahora no cambiará. No soy un hombre que hace trampas y menos aun que tenga la costumbre de ceder a chantajes. Seguramente el amor es una forma de chantaje.
Cómo sabéis, hay negociaciones. Dejo que se encargue mi representante, que es su trabajo. Mi terreno es la pelota, sencillamente jugar a fútbol, compartir momentos de alegría con mis compañeros y todos los socios. Por encima de todo, nos tenemos que centrar en el esencial: ganar!»