El flamante ganador del Trofeo Kopa y del Golden Boy, Pablo Martín Páez Gaviria ‘Gavi‘, ha concedido una entrevista a France Football -revista que, precisamente, entrega el Kopa-, donde ha repasado su trayectoria futbolística y su situación en el primer equipo del FC Barcelona. El centrocampista andaluz ha explicado el origen de su apodo, la espina clavada que tiene por no haber podido compartir vestuario con Leo Messi y sus inicios en Can Barça. Gavi es un jugador clave para los esquemas de Xavi Hernández y, gracias a su actitud y calidad técnica, se ha convertido en el ídolo de muchos aficionados azulgranas. El centro del campo del Barça tiene un futuro brillante.
Agradecido a Ronald Koeman y espina clavada con Messi
Gavi debutó el 29 de agosto del 2021 con el primer equipo del Barça, en la tercera jornada de liga, contra el Getafe en el Camp Nou. Ronald Koeman era el entrenador azulgrana y Gavi le está muy agradecido por haber confiado en él: «Koeman me dio la oportunidad y siempre le estaré agradecido por todo el que me enseñó», cuenta el joven mediocampista. Desde entonces, Gavi se ha convertido en un pilar en las alineaciones culés. Del mismo modo que agradece a Koeman, le sabe mal no haber coincidido con Messi: «No tuve la suerte de poder coincidir con él», dice Gavi. En cuanto a la presión de ser futbolista de máximo nivel, el andaluz afirma que la primera vez que sintió presión real, fue en las semifinales de la UEFA Nations League, contra Italia. «En San Siro, estaba muy nervioso y me temblaban las piernas, pero cuando empezó el partido ya me sentí cómodo», declara el internacional español.
El apodo y los inicios en Barcelona
El apodo de Gavi no viene directamente de su segundo apellido, como se podría pensar. Y es que el origen de la palabra viene de su primer equipo de fútbol, donde coincidió en la plantilla con otro jugador que se llamaba Pablo. El entrenador, para diferenciarlos, decidió llamar ‘Gavi’ al joven futbolista del Barça. Sus ídolos de niñez han sido dos: Andrés Iniesta y Isco Alarcón. Para él, llegar al Barça «es un sueño hecho realidad», a pesar de que asegura que cuando llegó a la ciudad condal estaba nervioso por lo que le podía ofrecer el futuro. «Estaba aprensivo porque no sabía lo que me pasaría aquí. Pero mis padres me tranquilizaron. Me acompañaron, porque yo tenía once años y vivíamos en un piso de La Rambla», explica Gavi. Un futbolista peculiar, que ya se ha hecho un sitio dentro de los corazones de la afición culé.