El Barça jugó este domingo el último partido en el Camp Nou antes del inicio de las obras que comportarán la construcción de un nuevo estadio. Todos los aficionados presentes en las gradas eran conscientes que eran los últimos instantes en el Camp Nou y que se tenían que despedir de la instalación. Por eso, algunos de ellos aprovecharon para avanzarse al inicio de las obras y se dedicaron a intentar desmontarlo apenas acabar el partido. Tal y como demuestran las imágenes que se han hecho virales, algunos seguidores azulgranas intentaron arrancar carteles y destrozar sillas para llevárselo a su casa.
Ya en la previa del partido, algunos de ellos mostraron su indignación después de que, la vicepresidenta institucional, Elena Fort, anunciara que los abonados no podían llevarse su silla del campo. Y, por otro lado, el club anunció que pondrá a la venta sillas y elementos del estadio, que será totalmente remodelado.
Incluso, algunos amenazaban en llevar una llave inglesa de casa y desmontar su silla para tenerla como recuerdo. El tuit de un socio del club tuvo mucha repercusión en las redes sociales. El usuario en cuestión colgó una fotografía en la que adjuntaba un texto asegurando que «no vendrán a hacerme pagar un euro por ella». Un tuit que cogió tendencia y, a pesar de que ningún forofo entró con sus herramientas, algunos aprovecharon para arrancar algunas piezas. No solo sillas, sino también carteles de indicación de entradas y de patrocinadores.
Tensión en la salida del Camp Nou
El hecho de poner a la venta material del actual estadio indignó a muchos aficiondos. Por eso, se dedicaron a desmontar el estadio, a pesar de que, es posible que muchos lo hicieran como método de diversión. Las imágenes del momento han tenido mucha repercusión en las redes sociales.

A pesar de que algunos consiguieron llevarse alguna parte de la silla, en la salida, algunos miembros de seguridad requisaron los elementos que las personas habían arrancado y que querían llevarse a su casa. El momento creó cierta tensión entre los seguidores que reclamaban su silla y los miembros de seguridad del club. Sin ningún tipo de duda, una situación curiosa que sucedió en medio de la fiesta del adiós al actual Spotify Camp Nou.