Adama Traoré no ha sido el fichaje que más ilusión ha generado en la historia del Barça, hay que decirlo. Formado en la Masia, el barcelonismo le ha perdido bastante la pista en Inglaterra, donde ha jugado hasta ahora, y ha vuelto a casa, en forma de cesión, entre una gran incertidumbre. Incertidumbre porque ha venido de repente, sin que su nombre sonara mucho antes, e incertidumbre porque su encaje en el equipo azulgrana no estaba muy claro, ya que destaca por su velocidad y su fuerza, pero la afición no le acababa de ver claro en el ADN Barça.
Quizás porque las expectativas no eran muy altas, por eso su rendimiento el día de su debut, contra el Atlético de Madrid, ha sido tan sorprendente. Desde la primera vez que tocó el balón, se puso el Camp Nou en el bolsillo. Es decir, eso sí, que ha sido un Camp Nou bien predispuesto desde el primer minuto. Ha jugado en su posición natural, el extremo derecho, desbordando una y otra vez, hasta el punto de casi volver loco Mario Hermoso, su defensor.
Ha realizado toda una exhibición de contundencia. Cada pelota que ha llegado a sus pies, se ha convertido en una pelota más interesante para el Barça, fundido porque regateaba o porque la pasaba, siempre adelante, siempre con la intención de hacer daño al rival. Ya en el primer gol, aunque no ha sido el gran protagonista, ha sido importante, ya que el tanto ha llegado después de un rechace de la defensa del Atlético a un centro suyo. En el segundo, aquí ya sí, ha sido clave. Ha vuelto a desbordar en la banda derecha y ha colocado un balón delicioso en el interior del área, que Gavi ha rematado en el interior de la red, con una acción que también ha tenido mucho mérito.
El Camp Nou, que es muy expresivo en cuanto a sus sensaciones con los jugadores del equipo, le ha ovacionado y se ha rendido a sus pies. No es fácil caer de pie en el feudo azulgrana y él lo ha conseguido. Cierto que una flor no hace verano, pero si continúa con este nivel, el Barça ejercerá la opción de compra sobre el delantero catalán y puede tener un futuro brillante en Barcelona.
