Andrei Vatutin, presidente del CSKA de Moscú, uno de los clubes de baloncesto más importantes de Rusia, ha comparado la invasión del ejército de su país en Ucrania con los hechos del Primero de octubre de 2017 en Cataluña. Lo ha hecho en el marco de una reunión de la Euroliga, la competición de clubes más importante del continente, para pedir que los equipos rusos no fueran expulsados del torneo. Aun así, la decisión ha estado implacable y tanto lo CSKA, como la Unics Kazán, como el Zenit de San Petersburgo, dirigido por el catalán Xavi Pascual, han quedado fuera del Euroliga. Vatutin ha justificado que si durante los hechos del Primero de octubre y los días posteriores no se hizo ninguna excepción con los equipos catalanes y estatales, ahora tendría que pasar el mismo con los conjuntos rusos.
Las explicaciones del presidente del CSKA de Moscú
Esta comparación, que desde el punto de vista de los otros clubes se ha considerado muy desafortunada, ha sido especialmente criticada por los equipos que juegan la Liga ACB y la Euroliga, el Barça, el Real Madrid y lo Baskonia, que han asegurado que una cosa no tiene absolutamente nada que ver con la otra. Vatutin, pero, ha defendido su postura y ha afirmado que «la situación es muy complicada y no hay una solución buena para todo el mundo». Se ha justificado diciendo que si hay la posibilidad de volar y viajar a Rusia, también se tendría que poder jugar contra equipos rusos en el Euroliga.
Rusia, boicoteada al deporte europeo
Hay que recordar que la decisión de la competición, más allá de las quejas de Vatutin, ha sido la de eliminar de forma fulminante toda traza rusa del baloncesto europeo, del mismo modo que ha sucedido con los otros torneos de baloncesto y, de hecho, con la gran mayoría de deportes que existen. De momento, los deportes individuales son de los pocos que se resisten a eliminar los atletas rusos, a pesar de que, en el caso de la natación, por ejemplo, no los dejarán competir bajo la bandera de su país, sino que lo tendrán que hacer bajo una de neutral y sin lucir el nombre.
