El Real Madrid se ha encontrado con una urgencia totalmente inesperada y muy desagradable. El infarto que ha sufrido el entrenador del primer equipo de baloncesto, Pablo Laso, y que le ha obligado a ingresar en el hospital, también le forzará a retirarse momentáneamente de su cargo. Las noticias médicas que llegan desde Madrid confirman que Laso está a salvo y que el cateterismo que se le practicó después de diagnosticarle un infarto de miocardio ha funcionado correctamente. De hecho, aseguran que fue una decisión que se tuvo que tomar de forma rápida para salvarle la vida y que finalmente ha resultado ser la acertada y la más adecuada.
Pablo Laso, obligado a dejar el banquillo del Madrid durante un tiempo
Ahora bien, a pesar de que él ya se encuentra bien y que incluso dicen que su estado de ánimo es muy bueno y positivo teniendo en cuenta todo lo que le ha pasado, no podrá evitar pasar un tiempo fuera de los banquillos de forma obligada. De momento continúa en la Unidad de Cuidados intensivos (UCI) en observación y posteriormente será trasladado a planta, donde todavía permanecerá durante una buena temporada porque le tendrán que hacer pruebas para diagnosticar cuáles han sido las causas de este infarto. Mientras no se sepa qué le ha pasado exactamente, y contando con que se tendrá que recuperar durante unas cuántas semanas, practicar una actividad tan exigente y estresante como dirigir un banquillo de un equipo de baloncesto de élite será totalmente imposible.
De momento, su segundo entrenador, Chus Mateo, se hará cargo del equipo. El Madrid se encuentra en la semifinal del Playoff de la Liga ACB y está a una victoria de pasar a la final. Todo este proceso lo tendrá que afrontar Mateo, del mismo modo que es probable que también tenga que empezar él mismo la próxima temporada, siempre que el club no decida buscar un nuevo técnico. No se descarta que Laso pueda volver al banquillo del Madrid, pero esto no podrá ser inminente ni a corto plazo. Uno de los precedentes que existen es el del entrenador croata Velimir Perasovic, que sufrió una angina de pecho y tuvo que reposar durante siete meses.
