Iker Casillas ha sido siempre una persona extravagante en las redes sociales. Sus tiktoks han dado la vuelta en el mundo, tildados de infantiles o, incluso, absurdos. En Twitter también es un usuario activo, haciendo varios tuits de todo tipo, sin parecer importarle demasiado la opinión pública. Sin embargo, esta vez ha sorprendido a todo el mundo con su tuit: «Espero que me respeten: soy gay. #felizdomingo». Las redes sociales hierven con las palabras del ex portero del Real Madrid. Nadie sabe si se trata de una broma -lo cual sería muy reprobable- o si, al contrario, está haciendo pública su orientación sexual.
La respuesta de Carles Puyol
El nivel de misterio y desconcierto no acaba con el tuit de Casillas y es que, pocos instantes después, Carles Puyol, ex capitán del Barça y ex compañero de Casillas en la selección, ha respondido el tuit diciendo: «Es el momento de contar lo nuestro, Iker». El texto viene acompañado de dos emoticonos: uno de un beso y otro de un corazón rojo. Es extraño que una persona tan respetuosa y educada como Carles Puyol participe en este tipo de juego -en caso de serlo-.
Hacen falta explicaciones de Casillas
Los seguidores del ex futbolista piden explicaciones y es que la situación no es para menos. Si se trata de una broma, es del todo desafortunada y homófoba, no tendría ningún tipo de justificación. Si realmente está «saliendo del armario», quizás no es la manera más común y lógica de hacerlo público. En todo caso, la pelota está ahora en el tejado de Casillas que, visto el alboroto que ha generado el tuit, tendrá que salir a hablar sobre el ‘caos’ que han generado sus palabras.
Twitter echa humo
El tuit de Iker Casillas, en solo una hora, tiene más de veinticinco mil retuits, más de treinta y cinco mil tuits con cita y casi 160 mil me gusta. Y las cifras no paran de aumentar cada segundo. El tuit del ex portero ha causado un choque en la red social. Seguidores, periodistas y forofos del mundo del fútbol han quedado verdaderamente sorprendidos por las palabras de Casillas. Ahora le toca a él -y a Carles Puyol- explicar el porqué de todo.