El Real Madrid ha hecho oficial la incorporación del portero vasco Kepa Arrizabalaga, de 28 años, que llega cedido del Chelsea sin opción de compra. De este modo, Kepa solo jugará, en principio, una temporada como merengue. El objetivo de este fichaje es evidente: sustituir la baja que causará durante todo el curso Thibaut Courtois. Hay que recordar que el portero belga se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda en un entrenamiento de la semana pasada, justo antes de empezar la Liga, y es probable que no pueda volver a jugar hasta finales de temporada o incluso hasta el curso que viene.

Kepa es un portero de garantías que, si bien no se ha podido convertir en la superestrella que se esperaba cuando estaba en el Athletic Club, no deja de ser uno de los mejores de Europa en su posición. El Madrid no ha confiado, pues, en Andriy Lunin, que disputó el primer partido de Liga contra el conjunto vasco, justamente, ni en ninguno de los porteros del filial. La baja de Courtois es muy sensible y por eso se ha apostado desde la dirección merengue por un futbolista de más garantías.
Unos días terribles para el Real Madrid
Durante los últimos días, el Madrid ha ido encadenando noticias pésimas, así que la incorporación de Kepa es una pequeña bocanada de aire para la afición. A la lesión de Courtois, se tiene que sumar la de Éder Militao, central brasileño, que también se perderá prácticamente toda la temporada, así como la de la joven promesa Arda Güler, que no ha podido ni debutar y estará unos cuantos meses de baja. Además, se ha descartado de forma casi segura el fichaje de Kylian Mbappé, que parece que continuará, como mínimo, una temporada más en el PSG.