Marc Márquez lo ha vuelto a hacer. El de Cervera ha conquistado su noveno campeonato del mundo —el séptimo en la categoría reina— tras finalizar segundo en el Gran Premio de Japón, en Motegi, justo detrás de su compañero de equipo, Pecco Bagnaia. A pesar de no necesitar la victoria, Márquez ha firmado una carrera inteligente, gestionando el ritmo y evitando riesgos innecesarios. El resultado es histórico: 2.184 días después de su último título, el 93 ha recuperado el trono de MotoGP e iguala así a Valentino Rossi en número total de coronas. El podio lo ha completado Joan Mir, que ha regalado a Honda el primer podio de la temporada ante la afición local.
Del calvario a la gloria: uno de los renacimientos más impresionantes de la historia del deporte
Este título tiene un valor simbólico enorme. Después de cinco años marcados por lesiones, operaciones y decisiones difíciles —como la ruptura con Honda y su aterrizaje en Ducati—, Márquez ha demostrado que su talento y su determinación continúan intactos. El 2025 ha sido el año de su “Reconquista”: once victorias, catorce podios y un dominio casi absoluto también en las carreras Sprint. Su capacidad para reinventarse y adaptarse a un nuevo entorno ha sido clave para culminar una temporada de récords, en la cual se ha asegurado el título a cinco carreras del final, hecho que no había pasado nunca en la historia de este deporte.
¡EL RETORNO MÁS GRANDE DE LA HISTORIA DEL MOTOCICLISMO! 🔥
— DAZN España (@DAZN_ES) September 28, 2025
MARC MÁRQUEZ VUELVE A SER CAMPEÓN DEL MUNDO 6 AÑOS DESPUÉS 🏆#JapaneseGP 🇯🇵 #MotoGP 🏁 pic.twitter.com/6dXAdFBbd7
La imagen de Marc cruzando la meta con lágrimas en los ojos lo dice todo. El campeonato no es solo un dato estadístico, sino la culminación de un viaje lleno de obstáculos que lo llevó a tocar fondo y a renacer. Su hermano Álex, sexto en Motegi, ha sido el primero en fundirse en un abrazo con él, conocedor mejor que nadie de su sufrimiento y su lucha. Con este triunfo, Márquez refuerza su lugar en el Olimpo del motociclismo y envía un mensaje claro: el 93 es mucho más que un número. Es el símbolo de un piloto que, contra todo pronóstico, ha vuelto a escribir historia.
