Después de dos empates y una derrota que han alejado al Girona de la posibilidad de conseguir el ascenso directo, el conjunto dirigido por Míchel Sánchez se ha reencontrado con la victoria. Los rojiblancos han vencido al Real Oviedo en Montilivi en un duelo que ha estado dominado por los catalanes en líneas generales, pero que ha sido trabajado y sudado hasta el final. Cristhian Stuani también se ha reencontrado con el gol después de casi dos meses de sequía, mientras que Álex Baena también ha recuperado su mejor versión y ha sido determinante en el triunfo gerundense. Borja Sánchez ha sido el encargado de marcar por parte asturiana y de poner emoción al partido hasta el silbato final (2-1). En cualquier caso, el Girona se hace fuerte en la zona del play-off de ascenso de la clasificación, pero queda a doce puntos del ascenso directo.
Baena vuelve a liderar el Girona
Álex Baena ha sido uno de los grandes descubrimientos del club rojiblanco esta temporada, pero en la última racha de malos resultados, el extremo andaluz había estado muy apagado. Aun así, ha acabado con las dudas de golpe, cuando con un chut espectacular al inicio del partido ha abierto la lata para los catalanes. La primera mitad ha estado de dominio gerundense de pies a cabeza, pero el único que ha faltado a los de Míchel ha estado ampliar la diferencia de goles con el Oviedo.
A la reanudación, el Girona ha mantenido la intención de controlar el partido, pero los asturianos han salido más valientes y han complicado las cosas a los locales. Ahora bien, quien ha acabado apareciendo por, a priori, sentenciar el partido, ha estado Stuani, que ha rematado al fondo de la red una gran asistencia del mismo Baena. Ya solo quedaban quince minutos por el final y los catalanes tenían el duelo bajo control, pero la relajación que esto los ha dado ha provocado una badada que ha acabado con diana de Borja Sánchez. Los asturianos han recortado distancias y han buscado el empate durante el último tramo del enfrentamiento, pero el Girona ha sido capaz de defenderse e incluso podría haber ampliado el margen sobre el Oviedo si el árbitro hubiera señalado un penalti sobre Arnau en los últimos instantes del partido.
