Gianluigi Donnarumma ha puesto fin a su etapa en el París Saint-Germain (PSG) con una salida marcada por la polémica y los reproches. El portero italiano, clave en la consecución de la UEFA Champions League del conjunto francés, ha confirmado que no continuará en el club tras quedar fuera de los planes de Luis Enrique. El fichaje de Lucas Chevalier por 40 millones de euros ya había encendido las alarmas sobre su futuro y la ausencia en la convocatoria para la Supercopa de Europa contra el Tottenham ha sido la confirmación definitiva. En rueda de prensa, el técnico asturiano asumió “el 100% de la responsabilidad” de la decisión, argumentando que Chevalier es quien responde al perfil de portero que el equipo necesita en esta nueva etapa.
Donnarumma: «Alguien ha decidido que ya no puedo formar parte del grupo»
Horas después, Donnarumma se despidió de los aficionados con una carta en las redes sociales que incluía un mensaje veladamente dirigido contra Luis Enrique. “Desde el primer día que llegué lo he dado todo para ganarme el lugar y defender la portería del PSG. Desafortunadamente, alguien ha decidido que ya no puedo formar parte del grupo ni contribuir a los éxitos del equipo. Estoy decepcionado y desanimado”, escribía el portero de 25 años, dejando claro que la salida no ha sido por voluntad propia. Sus palabras han sido interpretadas como un dardo directo al técnico, a quien considera responsable de su situación.
El entorno del jugador no ha tardado en reaccionar. Su agente, Enzo Raiola, ha asegurado a Sky Sport que están «en shock» y que no descartan emprender acciones legales contra el club francés. Según Raiola, Donnarumma incluso estaba dispuesto a bajarse el sueldo para continuar, pero el PSG “ha vuelto a cambiar las condiciones” en el último momento. Con esta salida repentina, el mercado de verano se abre ahora para Donnarumma, que deberá buscar un nuevo destino donde mantenerse al máximo nivel antes del Mundial de 2026. La ruptura con Luis Enrique, total y pública, deja un sabor amargo en una relación que nunca ha terminado de funcionar y que se cierra con una despedida lejos del terreno de juego.
