La semifinal del Mundial de Clubes entre el París Saint-Germain (PSG) y el Real Madrid ya arde, y el principal responsable es Luis Enrique Martínez. El entrenador asturiano no se ha mordido la lengua y ha sacado a relucir su barcelonismo antes del duelo de este miércoles en Nueva York, donde el conjunto blanco y los campeones de Europa se juegan el paso a la gran final. En la rueda de prensa previa, Luis Enrique ha querido dejar claro que, para él, este no es un partido cualquiera: “Jugar contra el Madrid es una gran motivación para mí como entrenador. Por lo que representa el Madrid como club a nivel mundial, porque todavía tengo personas conocidas dentro del club, como Butragueño, Chendo o Pirri. Pero también porque soy culé. Sigo siendo socio del Fútbol Club Barcelona. Así que siempre es motivador”.
PSG-Madrid: una semifinal cargada de morbo
Estas palabras, a pocas horas del partido, no han gustado nada en el entorno madridista y añaden más tensión a una eliminatoria ya cargada de alicientes: Luis Enrique contra el Madrid, Kylian Mbappé contra su exequipo… Los blancos, además, han llegado a Nueva York después de un viaje accidentado: una tormenta sobre la costa este de los Estados Unidos obligó a su avión a dar vueltas durante una hora sobre Virginia antes de poder aterrizar.

Por parte del PSG, la figura de Mbappé centra toda la atención. El delantero francés, que estuvo hospitalizado hace dos semanas por una intoxicación alimentaria provocada por una bacteria en el pollo, podría volver al once titular. Luis Enrique, sin embargo, ha esquivado las preguntas sobre su antiguo jugador en el PSG, diciendo que es una “página pasada” y que solo piensa en el presente. El Chelsea de Enzo Maresca, que eliminó al Fluminense en la otra semifinal, ya espera rival en la gran final del domingo.